jueves, 26 de mayo de 2011

Priscilla///Capitulo 9

CAPTIULO 09


Ellos pasearon por las calles de los artista mirando los retratos de gente común, charlaron con cada pintor incluso se dejaron retratar, William se quedo satisfecho con el resultado y le obsequio a su dama aquel arte al carboncillo muy sencillo, luego se fueron a la larga y vivaz avenida donde él le compro lindas flores, listones, parasol y dulces, en un par de horas se cansaron de caminar y decidieron ir al famoso parque central que se encontraba abarrotado de gente, con damas charlando, niños jugando, parejas paseando, buscaron un lugar cómodo con excelente panorama y debajo de un árbol, tendieron una manta, finalmente se sentaron para merendar y relatar cuentos de sus vidas para conocerse mejor. El tema predilecto fue sobre la infancia, Priscilla contó sobre sus juegos con los primos, la protección de su hermano, los dulces que se devoraba con los dedos, las travesuras, los castigos <<¡Siempre me encerraban en el ático cuando me portaba muy pero muy mal!>> confeso la picara chiquilla, <<¡A mi me castigaban con una regla de madera! Recibí incontables reglazos de parte de mis tutores,tuve días en las que no podía sentarme>> agrego William; los cuentos continuaron y descubrieron que tenían varias cosas en común, una que ambos les corre por las venas sangre escocesa, Priscilla por la madre y William por el padre,Y dos las pecas <<¡¡Tiene pecas !! ¿Donde se puede saber que no las veo?>> le pregunta mientras le buscaba en su rostro, cuello, manos una peca, él algo avergonzado por tocar ese tema sin querer una timidez lo envuelve <<¡No se esmere en buscarlas en esos lugares porque no va encontrar ni una!...la única forma que las encuentre es quitándome la ropa ... así que dejalo a la imaginación por ahora>>, en la mente de Priscilla se le cruzaron unas imágenes de cuerpos masculinos desnudos con pecas en diferentes zonas y cada vez que ponía las pecas en ciertas zonas casi privadas toda su cara se volvía roja, <<¿Donde diantres las tendrá?>> se preguntaba con más curiosidad que antes, que dejarlo a la imaginación le alimentaba mas las ganas de descubrir con urgencia esa zona pecosa, la otra mente ya sin timidez se divertía del nuevo descubrimiento su chiquilla era demasiado curiosa, quien iba a pensar que se torturara pensando en donde están sus pocas y pequeñísimas pecas en su cuerpo <<¡Ay amor mio!, No te mates pensando que eso lo sabrás en la noche de bodas tan solo ten paciencia así como la tengo yo esperando descubrir tu otras pecas y algo más...>>

Pasaron dos horas y Priscilla aun martillaba a William en que le señalara donde están sus bellas pecas, él divertido la seguía dejando con el ganero sin tener ningún remordimiento de castigarla por ser tan curiosa, por mucho que usaba sus encantos él no soltaba nada absolutamente nada

-¡Que malo es usted Sr. William!- le dijo con su voz caprichosa
-¡Y que curiosa, atrevida y caprichosa es usted, niña mía!- le confeso divertido, aquellas palabras provocaron un juego de pelea de manos
-¡Como os atrevéis decirme caprichosa!- le decía mientras le daba de golpesitos y se le tiraba encima, William esquivaba los suaves golpesitos con facilidad y casi muerto de risa, entre tanto empujones y avalazadas ruedan por la hierba hasta quedar uno encima y otro debajo, la risa dejo de sonar cuando se percataron de la posición en la que se encontraban más por la cercanía, Priscilla con los cabellos alborotados en la hierba, el rostro enrojecido y sus pechos subiendo arriba para abajo miraba fijo a William quien también tenia los cabellos desordenados, el corazón a mil, con la manos en la hierba contrarrestando su peso, la mira a los ojos con un brillo ardiente por lo fascinante que se ve ahí tumbada debajo suyo, mira sus labios carnosos tan rojos tan deseosos que le provoca probarlo, su respiración se hace fuerte al elevarse su deseo, algo dentro de Priscilla se despierta al ver el fuego en esos ojos verdes que la guía acomodarse para recibir un beso, lleva las manos a su espalda, eleva su cara, entreabre sus labios y cierra sus ojos, ahora lista para ser besada William procede acercarsele más y a pocos centímetros se detiene por el sonido de incesantes murmullos, sonidos de voces humanas que lo traen a la realidad, están en un parque público desconcertado por la gente presente que los miran alarmados sus ganas se hacen trizas, mira otra vez esos labios y se lamenta de no poder probarlo en ese instante, la sujeta para elevarla y sentarla
-Srta Priscilla, despierte...-le dice con suavidad, ella lentamente abre los ojos confundida- debemos irnos...
-¡Eh...¿que? ¿irnos?
-Por favor- ella lo observa extrañada porque no comprende nada de lo que esta sucediendo, hace poco existía una atmósfera romántica que los conducía a darse el primer beso y ahora todo había cambiado ¿que fue lo que pasó? ¿por que no hubo beso? ¿Por que había tanta gente mirándolos con tanta severidad? ¿por que se tenían que ir tan de repente? - Afuera le explico por el momento será mejor irnos

Ellos se van rápido del parque, Priscilla desairada por las palabras de reclamo de la gente que los rodeaban <<¡Indecentes! Hay niños aquí>> expresó una mujer abrazando a un niño, <<Este es un lugar donde van la gente decente>> dijo un caballero enojado, William solo se excusaba y disculpaba con educación .
-¿Por que nos han dicho esas palabras tan horribles? Nunca me había sentido tan ofendida
-Lamento haberte hecho pasar por momentos amargos cuando hace poco nos envolvía una atmósfera maravillosa
-Pero ¿que fue lo que hicimos para que la gente se enojara?
-No hicimos nada malo, solo que no debimos mostrar tanto cariño en publico...
-Fue porque eso
-Si, es inadecuado hacer ese tipo de cosas...disculpa me deje llevar y casi te arrastro a la vergüenza...
-No Sr. William, no se disculpe...yo no lamento nada

Siguen caminando sin rumbo fijo en silencio perdidos en sus pensamientos, William trataba de pensar que hacer para borrar aquel suceso con la gente en el parque, no lamentaba haber rodado con ella sobre la hierba y casi probar esos labios, falto poco para cubrirla de vergüenza, no faltaría un chismoso que contase lo sucedido y llegara a los oídos del padre, quien sabe si por lo sucedido aquel hombre rompería las negociaciones por manchar la reputación de su adorada hija, tenía que explicarle antes que cualquier persona para no caer en malos entendidos pero lo más importante le urgía sacarle una sonrisa a como diera lugar. Priscilla acongojada por ver a su amado tan preocupado también planea que hacer para sacarlo de ese estado, debido al suceso anterior que no lamenta nada comprendía los motivos del porque no la beso en el parque eso le daba más razones para quererlo y de verlo feliz.

-Sr William aun hay un sitio que no hemos ido y quisiera mostrarle...- William no le presta atención y sigue caminando muy serio- le aseguro que le va encantar...¿Sr. William?
-¡Oh disculpa! Me decía
-Que me gustaría mostrarle otro sitio muy alegre
-Si usted lo desea iré con mucho gusto- ella sonríe y lo jala emocionada
-¡Es por aquí!- Priscilla lo lleva a una calle bulliciosa con gente sencilla que hablaba en diferentes idiomas, era un sector donde los inmigrantes se reunían para pasarlo bien- No se asuste son buenas personas...algo maleducados pero muy buenos- los ojos de William no podía percibir nada de lo que ella le decía sobre aquellas personas pobres que los miraban con rabia y con ganas de quitarles lo que llevaban puesto, seguramente se les cruzaría un ladrón
-Mi querida damita no quiero ser descortés pero creo que fue una mala idea venir aquí sobre todo vestidos así
-¡tranquilícese no va a pasar nada! No es la primera vez que vengo...-William quedo perturbado por aquel descubrimiento del comportamiento de la joven, que imprudencia el hecho de mezclarse con gente de clase baja, su indignación fue grande que se detuvo de repente
-¿Como es posible que una dama de su clase recurra a estos lugares tan bajos?
-¡No diga eso!
-¿Acaso no tiene conciencia?
-Por supuesto que la tengo
-Pues no parece, sera mejor que nos marchemos no quiero estar un minuto más en este sitio
-¡Este lugar no es malo!
-Claro que lo es,
-Nadie me ha hecho daño
-Eso no significa que no ocurra
-Tengo fe que nada me pasara y tampoco a usted
-¡Que ingenua eres!
-¡Como se atreve a decirme eso!- le contentas herida sin entender porque le hablaba tan duro-
-Parece que usted se olvida de quien es, alguien que visita vestida con telas caras a lugares así llama la atención y puede que no ocurra nada las primeras veces eso hace que te de confianza de seguir viniendo hasta que llega un día que no pensabas que ocurriría, ¿como cree que se pondrán sus padres cuando le pase algo? No soy su padre ni su madre pero de solo pensarlo me...¡rayos! No importa lo que piense ¡No quiero que vuelva nunca más aquí!
-Entiendo lo que trata de explicarme Sr. William, se que estoy expuesta a muchos peligros con o sin ser una niña rica, tengo mis razones por las que acudo aquí y por las que no dejare de seguir viniendo, lamento no aceptar la orden...
-¿Por que vienes aquí? ¿Que hay de bueno en este lugar?
-Hay gente buena y verdadera...también hay gente malas...pero sobre todo tengo una persona muy importante aquí...alguien a quien amo mucho


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Mil disculpa por la demora y siendo el ultimo día del festivo me pregunto donde podre publicar los capitulos restantes..hoy al menos sera entre dos o tres, me falta para el capi final...buaaaaaaa ¿que alguien me diga?

espero que les guste el capitulo lo hice con mucho cariño

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