miércoles, 25 de mayo de 2011

CAPITULO II


Las risas de los niños no se hizo esperar en aquel jardín, correteaban por todas partes y las madres detrás de ellos, los padres estaban sentados y charlando en las mantas con tanta tranquilidad, algunas parejas caminaban despacio sumergidos en su mundo que no había nada que pudiese interrumpir el romance, los más jóvenes observaban a escondidas al grupo de chicas que se divertían contando anécdotas de la fiesta anterior, Priscilla se encontraba sentada en el medio rodeada por sus amigas que la acribillan con preguntas

-¡Vamos Priss, No seas egoísta! Debe haberte gustado uno- dijo la Srta Charlotte una amiga de la infancia de cabellera castaña, ojos picaros y voz sensual
-¡Es verdad!...
-¡Esta bien! No nos quieres decir pero pienso que si te atrajo uno
-¡También lo creo!- agrego Emma, la hermana mayor de Charlotte-
-¿quien crees Emma?- le pregunta Charlotte
-Un joven de cabellos rubios, muy apuesto y alto..
-¡Oh si! Ese caballero me dejo aturdida cuando me acerque a saludarlo- confiesa Alice amiga de Emma- sino estuviese comprometida aceptaría con mucho gusto que me corteje hahaha
-Shhh Alice ¡No digas eso en voz alta! -mando a callar Charlotte
-Pero es verdad hahaha
-¡Lo se! Hahaha- y todas rieron con picardia, Priscilla las miraba quieta y en silencio, en sus mejillas afloraban un leve rubor cada vez que mencionaban al fulano caballero de rubia melena y de intensos ojos verdes, aunque ninguna pronunciara el nombre del joven estaba claro de quien se trataba, en su mente empezaba a recordar los pocos momentos que vivió con William y agregaba nuevas fantasías del encuentro en el picnic, suspira y suspira, espera que espera su llegada y tanta era las ansias que las amigas se dieron cuenta que la señorita esperaba a alguien y redoblaron sus preguntas.

El acoso de las amigas continuo otros minutos que fueron largos para ella, en la primera oportunidad que vio la aprovecho en escapar para tomar un respiro con la excusa de que tenia sed, la angustia se adentraba en su alma por la ausencia del joven que si seguía sentada explotaría, mientras caminaba otros caballeros se le acercaban para conversar e invitarla a dar un corto paseo por aquel hermoso parque natural, ella con refinada cortesía los convencía de estar quietos, y era así que evitaba cualquier compromiso con un hombre, porque estaba decidida que solo pasearía con William esa mañana. Fue a las 9am que un Andrews hizo acto de presencia, cuando Priscilla escucho la voz camino rápido para ir al encuentro de los hermanos Andrews su corazón parecía salirse por la boca por las incesantes palpitaciones de amor que cuando llego a la loma estaba casi sin aire, y sin aire casi queda cuando solo ve a un solo miembro.

-¡Buenos días Srta Andersen!- saluda cortesmente Elroy- Es una dicha volver a gozar de su presencia
-¡Buenos días Srta Andlay! Es un placer compartir la misma dicha- responde con un tono de fingida serenidad mientras buscaba simuladamente a su hermano-
-Mi hermano lamenta mucho no asistir al picnic, justamente cuando llegastes les explicaba a los señores los motivos de su ausencia- inevitablemente sus padres y Elroy se dieron cuenta la decepción en los ojos de Priscilla al oír que William no vendría- salio de viaje con urgencia a Chicago, nuestro padre lo necesita
-¡Es normal! lo entiendo perfectamente- argumenta el Sr. Anderson- y déjeme decirle que con mucho gusto acepto que usted se hospede por unos días en mi casa,
-Muchas gracias y perdone la molestia
-No es ninguna molestia es un gran placer tener su presencia, prometo que no se va aburrir porque contara con la compañía de mi hermosa hija- Priscilla no prestaba atención a la conversación, su ser se había quedado en la ausencia de William

La vida continuaba, las horas no se iban a parar por causa de la ausencia de una persona, Priscilla no era esa clase de chica que demuestra su tristeza menos ahora que se ha vuelto popular por su estado casadero, su vanidad se encontraba en una escala algo alta en su ser porque constantemente adulaban su belleza Elroy se asombraba la cantidad de caballeros que aparecían y desaparecían con un gesto de la chica, no pudo evitar sentir un poco de envidia, ella era atractiva y muy rica pero jamas obtuvo tanta atención como Priscilla, así que decidió descubrir su secreto en sus días de estadía de paso verificar si es adecuada para su hermano.

La mañana paso, el picnic resulto un éxito para la familia Anderson, el padre logro nuevos y suculentos contactos para agrandar sus negocios, la madre satisfecha por los numerosos candidatos para ser novios de su hija y Priscilla apesar de no ver al joven Andrews vio provecho en gozar de la estadía y compañía de la hermana de William en los siguientes días, tal vez lograría convertirse en su amiga para que después la ayudara con él, no se daría por vencida tan fácil.

-¡Estoy feliz de compartir unos días con usted, Srta Elroy! Espero llegar ser su amiga más cercana- le dijo entusiasta
-¡Eso seria maravilloso!- le respondió con falsa amabilidad.

En la tarde Priscilla llevo a Elroy conocer la ciudad, a sus tiendas favoritas de ropa, bisutería, después a la biblioteca, la chiquilla adoraba leer y Elroy no se quedaba atrás, se alegro tanto visitar aquel sitio que se quedaron dos horas buscando que libro llevarse prestado, Priss utilizó su carnet para sacar los libros que deseara su nueva amiga. Ambas salieron muy contentas de la biblioteca y bien cargadas subieron al carruaje que iba directo a la mansión. Cuando llegaron la dos se dieron una increíble sorpresa, toda la sala estaba lleno de flores de todos tipo y color para las jóvenes damas, casi la mayoría para la menor

-¡¿Madre a que se deben todas estas flores?!- le pregunto mientras embriagaba su nariz con el aroma de una rosa blanca-
-¿Para que más seria hija mía?
-No lo se
-Las flores son las presentaciones de un caballero con respeto a sus sentimientos y opiniones de una dama- argumenta Elroy- .
-¿En serio?
-¡hija mía! ¿cuantas veces te explicado sobre este tema?
-Cero...es la primera vez que escucho sobre eso
-Te lo he explicado en muchas ocasiones pero veo que en ninguna prestaste atención...espero que ahora lo hagas, es vital que una mujer conozca el lenguaje de las flores
-¿Lenguaje de las flores?
-Si, porque gracias a eso podemos descodificar el verdadero mensaje que nos envía un caballero, una forma poética y secreta de decirte lo que piensa de una dama- complementa Elroy muy coqueta- por ejemplo estas Magnolias significa “amor a la naturaleza” lo que quiere decir que sientes amor a la naturaleza o eres una amante de la naturaleza...
-¡Oh! Pues este caballero la acertó muy bien ¿Que dice la tarjeta?
-Sr. Gordon...-Priscilla la mira perdida, Elroy se percata y suspira- era el que compartió su opinión en contra de la cacería de zorro
-¡Ah! Un hombre muy simpático,también estuve de acuerdo en su opinión...
-Este es para usted Srta Elroy un ramo de Amapolas de parte del Sr. Fergusson
-¡Oh, que bellas! - las toma emocionada-
-Escuchen por favor- pide Priscilla- “Unas rosas para una rosa, me gustaría ser su digno acompañante para una función de Opera que se celebrara muy pronto, una función que he organizado para una campaña de la salud en la ciudad,será todo un honor contar con su presencia y con los otros que usted desee llevar. Esperare su pronta respuesta. Atte. Mr. Cameron -Ella las observa esperando un comentario o ayuda para la invitación- ¿que debo hacer?
-Te recomiendo asistir a una opera aunque sea una vez en tu vida, son sublimes- sugiere Elroy- pienso que deberías aceptar
-La invitación no es comprometedora, es un evento social además puedes llevar a otra persona, seria ideal que invitaras a la Srta. Andrews
-mmm suena bien ¿quieres ir a la opera Srta Elroy?
-Si lo deseas, aceptare con gusto
-Lo deseo...
-Entonces acepto
-¡Gracias!-

Las damas siguieron leyendo las tarjetas y admirando las flores, Priscilla cada vez que recibía sus flores no podía dejar de anhelar recibir algún día unas flores de parte de William y como si lo hubiese deseado con todo el alma el timbre suena, el mayordomo se va abrir la puerta, se demora un poco, las damas sienten curiosidad de la posible visita, quien quita es un joven tratando de cortejar a Elroy y/o Priscilla, pero quedo descartado cuando entro por la puerta de la sala un enorme arreglo de orquídeas

-Flores para la Srta Anderson- dijo el mayordomo
-¡Para mi! ¿de parte de quien?
-Esta en la tarjeta- Priscilla se dirige al ramo con alegría, busca con avidez la tarjeta que estaba dentro de un sobre blanco, lo abrió y saca una tarjeta negra de bordes dorados con un nombre escrito en letras doradas, ella tiembla al leer el nombre incrustado en la tarjeta, no lo podía creer
-¿De quien es mi niña?- pregunta la madre
-Es de...de...-tartamudea la jovenzuela, la madre acude a su hija, esta demasiado curiosa por su reacción que no puede esperar igual Elroy
-Haber...¡Oh! -un fugaz rayo de felicidad cruza por los ojos de la progenitora-
-Entonces ¿quien es el flamante caballero?
-El Sr. William C. Andrews...-dijo al fin Priscilla
-¡Mi hermano!- dijo casi gritando por la sorpresa mientras se dirige a tomar la tarjeta- ¿cuando tuvo tiempo de solicitar las flores? Se fue tan rápido...
-Hay un papel dentro del sobre...
-¿Que dice?
-mmm...”Lamento no haber asistido al picnic que muy amablemente su padre me invito, desearía que estas flores recuperen un poco el tiempo que no pude y esperaba compartir con tan encantadora dama, con todos mis respetos W.C.A – leyó la madre, Priscila que sin palabras.


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Hola aqui el segundo capitulo como prometi publicar este sabado, espero que les guste. aqui una linda pieza que puse para el picnic
sino se ve aqui el link http://www.youtube.com/watch?v=VRKUoU55Ghc

Bueno me despido, cualquier comentario lo pueden hacer aqui o a mi correo chayde26@gmail.com

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