jueves, 26 de mayo de 2011

Priscilla///Capitulo 11

CAPITULO 11


El pretendiente se llevo a la dama a un lugar más intimo, la bodega donde se guardan los barriles de cerveza, no era el sitio romántico que Priscilla soñaba para su primer beso pero no encontraron otro lado para estar solos sin supuesta interrupción pero el hecho de estar con la persona que le gusta cambiaba la perspectiva, llenita de un intenso deseo lo mira sin cesar esperando el momento, él toma sus manos, se las besa, las lleva a su cara para sentir que ella es real y no un sueño, la mira con ese extraño brillo intensificado que la deslumbra, con dulzura le acaricia el rostro angelical.

-No sabría como empezar...tal vez desde el momento en que sentí algo en mi pecho, me ha tomado por sorpresa haber caído tan rápido en tus encantos, quizás fue en el momento en que te vi arriba de la escalera en la fiesta, quizás la primera vez que bailamos o tal vez fue cuando te volví a ver después de una larga semana sentada en el jardín, lo cierto es que mi nana se percato primero...Mi bella señorita no se que ha hecho para despertar todas estas emociones cada vez que aspiro su fragancia, la veo, la toco,... se hace insoportable delicioso al transcurrir las horas demandandome a demostrárselo sin una pizca de pudor, ¡Quiero que solo seas mía! ¡Quiero ser el primero en su recorrido de la vida, en su despertar de mujer...! ¡Quiero todo de usted- Le confiesa entre susurros y caricias que la hace perder la razón- ¡Deseo amarla y que me ames de verdad! ¡Quiero que seas esa mujer...mi mujer!
-Si...quiero ser todo eso
-¿Me quieres?-
-Desde el primer momento que lo vi- con esa respuesta unen finalmente los labios fundiéndose en un ardiente beso, sus respiraciones en volumen alto que Priscilla se le iba la respiración pero William ya experimentado maniobraba para que la dama no se detuviera ni se ahogara, perdida en sus inexplicables emociones nuevas se olvido de su timidez, de su inocencia hasta de su nombre, se había convertido en un blanco fácil y si continuaba así perdería su honor femenino en ese lugar, William se detuvo con sutileza para no alborotar por completo el deseo y deshonrarla ahí mismo, dos suspiros se escapan cuando separan sus labios, abriendo lentamente los ojos se vieron diferentes y más cercano como si aquel beso los hubiera unido, felices rieron, felices se abrazaron y felices volvieron a besarse esta vez con un toque de dulzura.

Se fueron de la taberna de la mano con los ojos y sonrisas estrelladas, no comentaron nada al respeto de lo sucedido en la bodega pero el abuelo no era tonto lo descubrió con solo ver sus caras, se despidieron con jubilosos abrazos prometiendo como siempre se hace en volver a visitarle. Durante el retorno en el carruaje, ferry y caminata jugueteaban con sus manos y se daban besos fugaces fue en la puerta donde se detuvieron para regalarse otro beso largo bajo la estrella y la luz de la luna William la abrazaba con fuerza como si tuviera miedo de perderla

-Lo he pasado maravilloso, es el mejor paseo que he hecho en toda mi vida
-¡Tal vez mañana sea más increíble aunque lo dudo mucho! Nada va a superar el paseo donde ocurrió mi primer beso- le dice coqueta
-¡Oh Priscilla mía! Como me entristece darte esta noticia...
-¿Que noticia es esa?
-Una que también te pondrá triste
-¡Que mañana te vas!
-Si...
-¡Ya lo sabía! Pero ahora no quiero pensar en eso, solo se que mañana tenemos el día entero para seguir paseando juntos..
-Eso no podrá ser...mañana viajo al mediodía,
-¡No! ¿por que?
-Me llegó un telegrama de mi padre en la tarde, le urge que este en Chicago a las 7am del lunes y debo estar antes para recibir las instrucciones...
-¡No quiero que te vayas!- y lo abraza fuerte con el mismo temor anterior de William de soltarlo - ¡que tu padre busque un suplente para esa reunión así podrás quedarte más tiempo!
-No se puede, soy el único que puede representar a mi padre...¡Oh cariño! Tampoco quisiera irme, quiero permanecer a tu lado, sentir tu calor, estar en tus brazos hechiceros mientras me regalas uno de tus besos...desearía tener más tiempo
-Podemos permanecer juntos toda la mañana
-Que mas quisiera verte toda la mañana del domingo pero es imposible, estaré con tu padre hasta las 11am en su empresa, volveré y me iré de inmediato a la estación del tren con Elroy- Lagrimas se asoman en los ojos de Priscilla, saber que su amado se marchara tan pronto al día siguiente cuando empezaban a compartir el amor -
-¡Llevame contigo!
-No será posible...no esta semanas
-¿Por que? No seré una carga
-Después de la reunión salgo de viaje a Francia, estaré dos semanas luego parto a Inglaterra que son dos semanas más para retornar de nuevo a Chicago...no voy a tener descanso pero hay una noticia buena...Le solicite al Sr. Andersen que aceptara la invitación de que pasaras un tiempo en Chicago después que pase el mes
-¡En serio! ¿Que te respondió?
-El acepto gustoso
-Pero porque no me comento nada al respecto
-Quería que fuera una sorpresa...
-¡Y de verdad lo es! ¡soy tan feliz! De ir a Chicago dentro de un mes...

Los enamorados se despiden por esa noche con disimulado candor frente a los señores quienes los esperaban, Priscilla con alegría por el amor en su corazón y melancolía a la vez por separarse del amado subía las escalera despacio para voltear furtivamente para atrás y ver su imagen para grabarsela bien en su mente y recordarla durante el largo mes. Al día siguiente con el corazón estrujado miraba por la ventana toda la mañana mientras Elroy terminaba de alistar sus equipajes, ella estaba algo triste pero no por marcharse de la casa de los Andersen sino porque desde la noche anterior el amor llego a su alma, aquel misterioso caballero que volvió a ver en su salida solitaria por las tiendas para comprar los recuerdos para sus amistades, familiares de su visita a la ciudad, él al verla acudió a ella, se ofreció acompañarla e invito a tomar té, sin darse cuenta quedó hechizada por la forma de tratarla, su clase social entre otras, se lamento de conocerlo cuando le quedaba tan pocos días en aquella ciudad, y anhelo que el destino los volviese a reunir.

-¡Es una pena que el fin de semana pasará tan rápido!- Dijo repentinamente Elroy
-Si...¿Me escribirás?
-En cuanto pueda, tengo tantos eventos que asistir...
-Me alegrará mucho recibir una carta suya aunque fuese corta, tenga por seguro que recibirá cartas de mi parte hasta que se cumpla un mes
-¿Un mes? ¿Que pasará después del mes?
-¡Oh nada! Fue una tontería...-Respondió nerviosa, falto poco para revelarle el secreto de su visita a Chicago, recordó que le prometió a su amado no contarle a nadie sobre la dichosa invitación hasta que llegue el mes - le escribiré hasta que la vida nos vuelva a reunir
-mmm ¡Estas muy misteriosa últimamente! ¿Que estarás tramando?...

Priscilla cada vez que veía la hora y los equipajes de Elroy se le empeñaban de lagrimas los ojos, la sensación de la pronta separación la enfermaba, como ansiaba estar en los brazos de su amor, de volver a sentir sus labios con los suyos y escuchar sus latidos en unisono <<¿cuanto podre soportar estar lejos de William?>> se pregunta angustiada que aun no se ha marchado y ya siente que va morir. El carruaje llega a las 11:45 am, William llega acompañado del Sr. Andersen, apurado sube a su habitación de huésped especial para bajar su equipaje, Elroy como siempre puntual ya estaba lista, la Sra Andersen manda a llamar a su hija para que se reúnan a despedir a los invitados, Priscilla que supuestamente estaba en la sala mirando por la ventana había desparecido en segundos al ver llegar el carruaje ahora la madre le tocaba que la buscaran por toda la casa para que estuviese en la puerta de inmediato; La chiquilla con sigilo subió al sector de las habitaciones de los huéspedes y cuando William entro al dormitorio ella lo esperaba, casi se le sale los ojos al verla ahí en todo el frente de la puerta sin tener la prudencia de esconderse al menos para evitar que terceras personas la vieran en ese lugar

-¡¡Priscilla!! ¿Te has vuelto loca? -sin esperar respuesta camina apresurado hacia ella para abrazarla con fuerza y darle los besos que tenía aguardando toda la mañana- ¡Como eres de imprudente, alguien pudo haberte visto!
-¡Oh William, no podía esperar más! Quería estar de nuevo a solas contigo para poder abrazarte así como lo estamos haciendo y besarnos sin disimulo...
-Me haces las cosas más difíciles... ahora me va a costar soltarte
-¡No lo hagas! Quedémonos así- y lo besa para retenerlo.

Abajo los señores de la casa se preguntaban porque tanto se demoraba el joven en bajar cuando dijo que estaría allí en un minuto y ya ha transcurrido 10 minutos, Elroy empezaba a sospechar que la culpable del retraso era Priscilla pues casualmente tampoco se encontraba en la sala.

-¿Que tanto hace? ¿Donde esta Priscilla? Ya debería estar aquí
-Nana ve a ver que ocurre con el Sr. Andrews después verifica si Priscilla están en su escondite por favor...-La nana no pierde el tiempo y va primero donde William, cuando llega la puerta esta entreabierta se escuchan murmullos, reconoce de inmediato una voz, se asoma de a poquito y ve a los dos desaparecidos bien abrazados, diciéndose palabras de amor mientras se regalaban besos apasionados sentandos al borde de la cama, incrédula por el comportamiento de su supuesta niña y el descaro del joven aprovechándose de su inocencia toco la puerta para interrumpir el amorío

-Con permiso Sr. Andrews y Srta. Priscilla...lamento interrumpiros pero abajo los señores se están preguntando porque aun no bajan...[b]-Ambos se separan asustados sus caras están enrojecidas por el calor del amor y por la vergüenza de haber sido descubiertos

-¡Nana!
-Yo...
-Tranquilos, no tienen nada que explicarme, lo importante que bajen ahora...sugiero que bajes primero Priscilla...
-¡Si!...
-Mi niña arréglese el vestido y usted joven también acomódese el traje y el cabello - les ordena con fingida severidad- Bueno vaya bajando mi niña usted espere un poco...
-Espera...William, recuerda que prometiste escribirme
-¡Lo juro! Apenas llegue a Chicago
-¡Te voy a extrañar mucho!
-Igual,
-Te quiero, - y se va corriendo
-También te quiero

William y Elroy se marchan a las 12:15pm de la casa de los Andersen y toman el tren de las 12:45pm, Priscilla ha corrido a su rincón favorito que tiene una vista panorámica de la ciudad y se queda ahí mirando entristecida como se aleja el carruaje y si acaso el humo del tren que separaría a su amor de su querida ciudad. Pasan los días con lentitud y la joven se la pasa suspirando por los rincones de la casa, del jardín, de las calles, apenas come, salta y corre, todo el tiempo permanece melancólica tratando de leer la misma página de un libro, solo reacciona cuando el cartero toca el timbre para entregar las cartas de ese día, con avidez las revisa una por una buscando el nombre deseado y con la misma las deja sobre la mesa al no hallar la carta anhelada volviendo a su estado melancólico, fue el sábado que llegó la tan esperada carta que Priscilla no espero nada para leerla


Querida Priscilla

¿Cuantos días han pasado desde que me fui de New York? A según cuatro días, sin embargo, para mi ha sido una eternidad ¡Te extraño demasiado! Pienso en ti cada hora y quisiera tomar el tren rumbo a la ciudad tan solo para ir a verte una vez más. El sabor de tus labios siguen impregnados en mis labios que constantemente reclaman por ti, solo calmo un poco mis ansias al cerrar mis ojos e imaginarte que estas a mi lado acariciando mis cabellos así como lo hiciste en la habitación de huésped, jamás voy a olvidar tu presencia sorpresiva mirándome como solo tu sabes mirar, no tuve fuerzas para rechazarte sin pensarlo corrí abrazarte, todo esa apasionada despedida sigue fresco en mi memoria y es lo que me motiva continuar vivo aparte el trabajo también ayuda a olvidar la melancolía. Lamento no haber mandado esta carta en días anteriores, es que apenas llegue a Chicago mi padre y señores de la compañía me abordaron para dar los detalles para la reunión, por cierto esa reunión fue todo un éxito ¡felicitame! El gran patriarca esta orgulloso por los resultados en mi desenvolvimientos en los negocios, ahora empieza a darme más responsabilidades importante, voy a dar lo mejor ¡te lo prometo! Haré que te sientas orgullosa de mi así como lo estoy de ti.

Son las 2:40 am y debería estar durmiendo porque mañana salgo temprano de viaje rumbo a Francia,... te adjunte en la ultima hoja las direcciones de mi estadía en Europa y las horas de llegadas y salidas, cualquier cambio te avisare de inmediato. Mando saludos a la familia, abrazos a la nana...(aun siento vergüenza que nos descubriera en esos momentos maravillosos ¿Te regaño? ¿Se lo contó a tus padres? Ruego que no. A ti te mando besos y mi corazón ya sabes que te pertenece.

Con amor William C.


Después de leerla se lleva la carta a su corazón, dichosa de que su amado la extrañe tanto como ella lo extraña a él, el rubor regresa a su rostro con esas letras y para seguir sintiéndose llena de vida vuelve a leerla tantas veces hasta aprendérsela de memoria. En la noche en su habitación se dispone con emoción a responder la carta y enviarla al día siguiente bien temprano a la dirección que le puso.

A mi bien amado William

Mis días sin ti son tan aburridos, me cuesta tanto borrar su imagen de la mente, todo mi cuerpo solo responde a su voz, sus caricias, sus besos, sus letras, su presencia y sobre todo a su amor; mi madre preocupada por mi constante desanimo me lleva a todos los eventos sociales que organiza con las demás damas e hijas, debo agradecerle por eso porque las actividades que son bastante me distraen, esta mañana me encomendaron un juego que enseñe algo valioso a los niños de una pequeña escuela casi en las afueras de la ciudad, estoy pensando en hacer un juego que trate de como cuidar y amar a las plantas, flores de cualquier jardín o bosque ¿Que opinas? Esperare con ansias la respuesta y sobre todo las sugerencias.

Amor mío como me pones de buen humor, tus letras me llenan de vida que no puedo dormir, ahora mismo te imagino en la cubierta del barco mirando el inmenso mar que nos separa ¡quisiera estar viajando contigo! cuidate mucho y nada de desvelarse, su salud es vital para mi, ah otra cosa guarde la galantería para esta joven que ahora su ser es mío, recuerde que nos pertenecemos desde el primer beso.

Con todo el amor del mundo
Priscilla


Firma la carta con delicadeza, rocía su perfume dentro del sobre y a la carta, lo dobla con mucho cuidado, lo guarda, lo sella, por ultimo le da un beso, y feliz se va a dormir a perderse en sus sueños donde la reunen con su adorado.

Transcurre el tiempo Priscilla y William se mantiene siempre en contacto, una carta tras otra donde escribían sus sentimientos y sus aventuras del día a día, en una de las cartas la damita le envió un mechón de su pelirojo cabello porque él se lo había pedido, en cambio ella le solicito un pequeño retrato suyo que gustoso lo mando con un regalo, después llegaba un guante y enviaba una peineta que uso durante el día de su evento con los niños de la escuela, él le daba más regalos y ella le respondía igual y así andaban los enamorados contando los días para que finalizare ese mes.

-A mi ángel

¡Estoy en Chicago! ¿puedes creerlo? El viaje fue tranquilo salvo por una tormenta tempestuosa que casi mata a todos excepto a mi, Dios no podía ser tan cruel de separar a dos seres que se adoran con locura y que muy pronto volverán a verse, si supieras como late rápido mi corazón de imaginarte frente a mi, por favor no te demores en venir, ya te espero desde la silla de mi oficina...si te escribo desde mi escritorio lleno de montañas de papeles que debo leer, firma y entregar, supuestamente era lo primero que debía hacer pero tu eres más importante.

Me despido sin mandarte besos y abrazos porque prefiero reservalo hasta que nos volvamos a ver

Siempre tuyo,
William Charles.


Los ojos de Priscilla casi salen de su órbita cuando leyó sobre la tormenta tempestuosa que casi hunde el barco donde viajaba <<¿como puede bromear con una cosa así? >> se pregunta algo enojada pero rápidamente se calma el hecho de que estuviese sano, salvo y en Chicago la llena de felicidad, por fin la larga espera estaba por terminar ya tocaba organizar el equipaje

-¡Más pronto de lo que crees estaré allí amado mio! -y sube la escalera corriendo


----------------------------------------------------------
Hola aqui publicando lo que prometi...hire pasando poco a poco el fics en nuevos temas en esta seccion por ahora paso el nuevo capitulo

espero que les guste, besos y abrazos

Priscilla///Capitulo 10

CAPITULO 10


La vida esta llena de emociones diversas pero sobre todo de secretos, el corazón de una mujer puede guardar oculto por muchos años sentimientos secretos, historias vividas, Priscilla siendo tan joven escondía en su alma el amor hacia un hombre pero no un amor pasional, ni amistoso sino fraternal, el amor a su abuelo materno, hace mucho tiempo cuando tenía 7 años apareció en el portal de la casa un hombre triste buscando a su hija, su madre al verlo enrojeció de ira y lo mando a echar,aquel suceso se repetía todos los días hasta que su padre lo mando arrestar para que dejara en paz a su madre, en las noche su madre lloraba, la pequeña Priss no comprendía porque su madre se comportaba así con aquel hombre, paso años para que descubriera quien era y el porque de las cosas. A sus 12 años se entero que el dichoso hombre era su abuelo, su madre le odiaba porque la abandono a sus 7 años dejando a la abuela con sus deudas, caídas en desgracias pasaron momentos difíciles hasta que la abuela se volvió a casar con un señor respetable, para su madre aquel señor fue como un padre más que el verdadero, transcurrieron años ella se caso con un americano y tuvieron dos hijas Evans y Priscilla, su familia le devolvió la paz en el corazón que se rompió cuando volvió a ver el rostro de su progenitor pidiéndole perdón.

El abuelo se quedo a vivir en la misma ciudad con la esperanza de que algún día consiguiera el perdón de su hija, poco a poco se fue enterando que tenía dos nietos, que su hija era feliz, se le prohibió acercarse a la casa, a ella y a los niños pero en secreto los observaba desde lejos. Priscilla descubrió las visitas ocultas del abuelo y fue así que le conoció, poco a poco se fue encariñando en sus visitas secreta, él era feliz con compartir con su nieta, ella al fin entendió porque salio peliroja, su abuelito era un escoces pelirojo con ojos grises risueños al contrario de su madre y abuelita de cabello castaños y ojos azules. Cuando cumplió los 14 años decidió visitarlo en su casa a cualquier precio y fue así que llegó aquel sitio sencillo, donde aprendió cosas buenas y las constumbres escocesas que sus padres le prohibían practicar, su madre odiaba su sangre escocesa por su padre aunque no despreciaba por completo escoceses adinerados para sus hijos con tal que beneficien a la familia son bienvenidos.

William convencido por la razones de Priscilla la acompaña al sitio alegre que le sugirió visitar, la taberna del abuelo un lugar bullicioso donde acudían gente de varios países, cuando llegaron aquel lugar se celebraba una fiesta matrimonial casualmente entre un irlandés y una escocesa, Priscilla salto de alegría al escuchar la música de las gaitas y violines, mucha gente bailaba alrededor de los recien casados y el abuelo llevando tragos a los invitados, la chica al verlo se va corriendo a saludarlo con su eterna sonrisa y abrazarlo con fuerza que casi lo tira al suelo

-¡Mi niña, que sorpresa! No pensé que vendrías hoy
-¿No te emociona verme?
-¡Por supuesto que si! Sabes que adoro tus visitas
-Vine porque deseo presentarte a alguien...
-¿Alguien?
-Una persona...un joven -El abuelo mueve su cara a un lado para ver quien es la persona que la nieta quiere presentarle, en segundos adivino de quien se trataba, al joven que vestía de buen traje, alto y estirado, a primera vista no le agrado pero no quiso dejarse llevar por las primeras impresiones así que decidió no concluir nada-
-Es ese joven pretencioso de las esquina
-¡Oh ya lo viste! ¿Como adivinaste tan rápido?
-Es extraño que vengan gente de tan alta clase a mi humilde taberna... y ¿es tu novio?
-¡Abuelo!...no, todavía no
-¡Aja picarona te gusta!
-¡Ya abuelo!...si me gusta mucho-
-¡Ah caramba! si te gusta no debe ser mal muchacho venga no perdamos el tiempo ¡presentamelo! -Sin esperar se dirigen donde William quien miraba ameno la gente bailando al son de las gaitas- Bienvenido a la taberna la colina joven amigo de mi nieta!
-Muchas gracias señor
-Arthur
-Sr. Arthur
-No llamame Arthur a secas,
-Muy bien Arthur soy William
-Es un placer William, ¡Vaya ese es un nombre muy criollo en mi escocia amada!
-¿Es usted escoces?
-¡De pura sangre, de pura gaita! ¡si señor!
-También soy escoces,
-¡Pero hombre aquí tengo un compadre! -y lo abraza - Nieta mía debiste haberlo mencionado antes
-Ni me dejaste terminar abuelo...
-¡Oh mi pequeña tienes buen ojo para escoger hombres! Lo escoceses son más viriles y sacan crías rápido- Ambos se sonrojaron por el comentario inesperado- así que no tienes nada que preocuparte en ese aspecto
-¡Abuelo! Le dije que no es mi novio
-A bueno solo fue una sugerencia, venga hombre sientese a tomar unos tragos ¡invito! Prishi trae dos birras bien grande ¡vamos, vamos! Atiende a tu futuro marido- William se ríe por el desparpajo de ese abuelo y por la expresión indignada de Priscilla, no puede evitar sentirse cómodo en segundo, no necesitaba fingir ni demostrar su clase ni nada, podía comportarse libremente sin ser acusado de imprudente o vulgar, el abuelo se sienta a su lado para charlar y tomar tragos, le cuenta sobre la pareja recién casada, Escocia, la gente entre otras, Priscilla se mantiene alejada para darle espacio a esos dos que se conozcan, para ella era importante ese encuentro quien sabe el abuelo le de un empujón a su adorado para que se le desclare, siendo tan bonita no se queda mucho tiempo sola no falto un chico irlandés para invitarla a bailar y ella acepta gustosa

-De verdad que mi nieta es hermosa ¿No crees muchacho?
-Si, ella es muy bella
-Me recuerda a mi madre, una escocesa bella, fuerte y peliroja ¿Que cualidades le ve a mi niña?-Le pregunto sin rodeos dejandolo sorpresivo por la pregunta inesperada-
-Todas señor
-¿Cuales todas? Sea más descriptivo muchacho
-Pues es encantadora, dulce, infantil, divertida, bella, culta, sincera,..
-¡Estupendo! ¿Y las otras cualidades?
-¿Cuales otras?
-Usted sabe cuales otras muchacho
-No es algo que deba mencionar
-¡Estamos entre hombres! Seré su confidente ¡saque ese fuego masculino de su garganta! Vea las cualidades de esa mujer que ve bailar llena de vida a lado de un hombre que se la devora con la mirada
-¡Como permite eso!
-¡¿Celoso?! -William no responde pero si lo mira algo irritado- sientese hombre que no va a pasar nada, ningún hombre le interesa salvo tu...ella solo tiene ojos para ti, ¿entonces?
-¿Entonces que?
- sobre la pregunta ¿Como sus ojos ven a mi nieta?
-¡Como una mujer apasionada! Con una piel suave que me provoca tocar, unos labios que quisiera besar, unos ondulados que desearia acariciar y aspirar su aroma...
-¡Caramba esta vivo! ¡El hombre esta vivo!, bueno ya sabia eso, también soy hombre y desperté mi pasión por las mujeres desde temprana edad así que lo entiendo perfectamente, aunque no veo a mi nieta con sus mismos ojos puedo darme cuenta que a su lado se comporta con una mujersita...es seguro que su padre desde estar sufriendo a escondida ese suceso
-¿Por que me ha preguntado esas cosas? ¿por que me dice todo eso?
-Soy un abuelo que ama a su nieta tanto o más que a mi propia hija, debe ser porque es hija de mi hija...y gracias a ese amor puedo ver lo que la hace feliz, hace semanas atrás no tenía esa mirada ni saltaba con tanta algarabía ahora viene hoy trayendo a un joven por desgracia bastante guapo y luce distinta
-¿Cree que es adecuado contarle a ese hombre sobre los sentimientos de la joven?
-Si, porque el hombre que le interesa la desea más de lo cree...digamos que trato de darle un empujón para que ataques con todas tus ganas a mi chiquilla ¡eres un escoces por dios! Los hombres escoceses no andan de rama en rama ¡no señor! tomamos a las mujeres que deseamos de una vez antes que se escapen o se la robe otro y las mujeres escocesas están llenas de pasión esperando ser tomadas con la misma pasión o mas,...mi nieta es así tan solo vuélvala a mirar bailar y se dará cuenta que desde hace rato ella baila para atraerte a su red...-William escuchando el consejo la mira de nuevo bailando divertida y con un toque de seducción, a ninguno le da esperanza de acercarse lo suficiente rompiendo de esa forma los corazones de los jóvenes que la rodean pero les sonríe para volverlo a incitar repitiendo el ciclo de coqueteo, la verdad ella espera bailar otra vez con la persona que la observa sentando junto a su abuelo, él capta por completo el mensaje de ambas parte, toma un trago, se levanta, se dirige a la multitud danzante hasta llegar a la jovenzuela coqueta y sin decirle nada la agarra por la cintura, la acerca a su cuerpo y la mueve al compás de la música, Priscilla con jubilo lo acepta al dejarse llevar, el abuelo se satisface de haber cumplido su misión de cupido

Siendo su segundo baile en pareja en un lugar distinto que el anterior, la danza que ejecutan es alegre y espontanea, ellos bailan con más pasión con menos protocolo, William se deleito con el hecho de estar tan cerca con sus dos manos en su cintura, con sus labios en su cuello y hombros robando leves besitos en esa parte, su nariz embriagándose con el aroma de su cabello despertando un nuevo fuego intenso, Priscilla abandonado su pensamientos infantiles y recibiendo las emociones que la hacían sentir como una mujer, con ese simple baile el contacto del amado le provocaba que la tomara ahí mismo, aprovechando su cercanía se voltea para susurrarle en su oído palabras que una señorita de su clase no debería expresar en un baile público <<¡Beseme, por favor Beseme Sr. William...hágame saber con un beso que le gusto y quiere que sea solamente suya!>> confeso sin remordimiento mientras se pegaba mas a su cuerpo para acomodarse y recibir la respuesta <<Chiquilla mía nunca me ha agradado que me llames señor...por favor si quieres que le bese a partir de ahora llameme William...>> Priscilla sonríe con éxtasis ante aquel permiso que le da luz verde a su deseo <<¡Oh mi anhelado William puede osar en robarme un beso y decirme con esos labios lo que siente por mi!>>


-----------------------------------------------------------
Aqui lo dejo ^^ quisiera saber donde puedo publicar los demas capitulo al finalizar la GF...

Agradecida por participar, agradecida por los comentarios me despido por ahora.

besos y abrazos

Priscilla///Capitulo 9

CAPTIULO 09


Ellos pasearon por las calles de los artista mirando los retratos de gente común, charlaron con cada pintor incluso se dejaron retratar, William se quedo satisfecho con el resultado y le obsequio a su dama aquel arte al carboncillo muy sencillo, luego se fueron a la larga y vivaz avenida donde él le compro lindas flores, listones, parasol y dulces, en un par de horas se cansaron de caminar y decidieron ir al famoso parque central que se encontraba abarrotado de gente, con damas charlando, niños jugando, parejas paseando, buscaron un lugar cómodo con excelente panorama y debajo de un árbol, tendieron una manta, finalmente se sentaron para merendar y relatar cuentos de sus vidas para conocerse mejor. El tema predilecto fue sobre la infancia, Priscilla contó sobre sus juegos con los primos, la protección de su hermano, los dulces que se devoraba con los dedos, las travesuras, los castigos <<¡Siempre me encerraban en el ático cuando me portaba muy pero muy mal!>> confeso la picara chiquilla, <<¡A mi me castigaban con una regla de madera! Recibí incontables reglazos de parte de mis tutores,tuve días en las que no podía sentarme>> agrego William; los cuentos continuaron y descubrieron que tenían varias cosas en común, una que ambos les corre por las venas sangre escocesa, Priscilla por la madre y William por el padre,Y dos las pecas <<¡¡Tiene pecas !! ¿Donde se puede saber que no las veo?>> le pregunta mientras le buscaba en su rostro, cuello, manos una peca, él algo avergonzado por tocar ese tema sin querer una timidez lo envuelve <<¡No se esmere en buscarlas en esos lugares porque no va encontrar ni una!...la única forma que las encuentre es quitándome la ropa ... así que dejalo a la imaginación por ahora>>, en la mente de Priscilla se le cruzaron unas imágenes de cuerpos masculinos desnudos con pecas en diferentes zonas y cada vez que ponía las pecas en ciertas zonas casi privadas toda su cara se volvía roja, <<¿Donde diantres las tendrá?>> se preguntaba con más curiosidad que antes, que dejarlo a la imaginación le alimentaba mas las ganas de descubrir con urgencia esa zona pecosa, la otra mente ya sin timidez se divertía del nuevo descubrimiento su chiquilla era demasiado curiosa, quien iba a pensar que se torturara pensando en donde están sus pocas y pequeñísimas pecas en su cuerpo <<¡Ay amor mio!, No te mates pensando que eso lo sabrás en la noche de bodas tan solo ten paciencia así como la tengo yo esperando descubrir tu otras pecas y algo más...>>

Pasaron dos horas y Priscilla aun martillaba a William en que le señalara donde están sus bellas pecas, él divertido la seguía dejando con el ganero sin tener ningún remordimiento de castigarla por ser tan curiosa, por mucho que usaba sus encantos él no soltaba nada absolutamente nada

-¡Que malo es usted Sr. William!- le dijo con su voz caprichosa
-¡Y que curiosa, atrevida y caprichosa es usted, niña mía!- le confeso divertido, aquellas palabras provocaron un juego de pelea de manos
-¡Como os atrevéis decirme caprichosa!- le decía mientras le daba de golpesitos y se le tiraba encima, William esquivaba los suaves golpesitos con facilidad y casi muerto de risa, entre tanto empujones y avalazadas ruedan por la hierba hasta quedar uno encima y otro debajo, la risa dejo de sonar cuando se percataron de la posición en la que se encontraban más por la cercanía, Priscilla con los cabellos alborotados en la hierba, el rostro enrojecido y sus pechos subiendo arriba para abajo miraba fijo a William quien también tenia los cabellos desordenados, el corazón a mil, con la manos en la hierba contrarrestando su peso, la mira a los ojos con un brillo ardiente por lo fascinante que se ve ahí tumbada debajo suyo, mira sus labios carnosos tan rojos tan deseosos que le provoca probarlo, su respiración se hace fuerte al elevarse su deseo, algo dentro de Priscilla se despierta al ver el fuego en esos ojos verdes que la guía acomodarse para recibir un beso, lleva las manos a su espalda, eleva su cara, entreabre sus labios y cierra sus ojos, ahora lista para ser besada William procede acercarsele más y a pocos centímetros se detiene por el sonido de incesantes murmullos, sonidos de voces humanas que lo traen a la realidad, están en un parque público desconcertado por la gente presente que los miran alarmados sus ganas se hacen trizas, mira otra vez esos labios y se lamenta de no poder probarlo en ese instante, la sujeta para elevarla y sentarla
-Srta Priscilla, despierte...-le dice con suavidad, ella lentamente abre los ojos confundida- debemos irnos...
-¡Eh...¿que? ¿irnos?
-Por favor- ella lo observa extrañada porque no comprende nada de lo que esta sucediendo, hace poco existía una atmósfera romántica que los conducía a darse el primer beso y ahora todo había cambiado ¿que fue lo que pasó? ¿por que no hubo beso? ¿Por que había tanta gente mirándolos con tanta severidad? ¿por que se tenían que ir tan de repente? - Afuera le explico por el momento será mejor irnos

Ellos se van rápido del parque, Priscilla desairada por las palabras de reclamo de la gente que los rodeaban <<¡Indecentes! Hay niños aquí>> expresó una mujer abrazando a un niño, <<Este es un lugar donde van la gente decente>> dijo un caballero enojado, William solo se excusaba y disculpaba con educación .
-¿Por que nos han dicho esas palabras tan horribles? Nunca me había sentido tan ofendida
-Lamento haberte hecho pasar por momentos amargos cuando hace poco nos envolvía una atmósfera maravillosa
-Pero ¿que fue lo que hicimos para que la gente se enojara?
-No hicimos nada malo, solo que no debimos mostrar tanto cariño en publico...
-Fue porque eso
-Si, es inadecuado hacer ese tipo de cosas...disculpa me deje llevar y casi te arrastro a la vergüenza...
-No Sr. William, no se disculpe...yo no lamento nada

Siguen caminando sin rumbo fijo en silencio perdidos en sus pensamientos, William trataba de pensar que hacer para borrar aquel suceso con la gente en el parque, no lamentaba haber rodado con ella sobre la hierba y casi probar esos labios, falto poco para cubrirla de vergüenza, no faltaría un chismoso que contase lo sucedido y llegara a los oídos del padre, quien sabe si por lo sucedido aquel hombre rompería las negociaciones por manchar la reputación de su adorada hija, tenía que explicarle antes que cualquier persona para no caer en malos entendidos pero lo más importante le urgía sacarle una sonrisa a como diera lugar. Priscilla acongojada por ver a su amado tan preocupado también planea que hacer para sacarlo de ese estado, debido al suceso anterior que no lamenta nada comprendía los motivos del porque no la beso en el parque eso le daba más razones para quererlo y de verlo feliz.

-Sr William aun hay un sitio que no hemos ido y quisiera mostrarle...- William no le presta atención y sigue caminando muy serio- le aseguro que le va encantar...¿Sr. William?
-¡Oh disculpa! Me decía
-Que me gustaría mostrarle otro sitio muy alegre
-Si usted lo desea iré con mucho gusto- ella sonríe y lo jala emocionada
-¡Es por aquí!- Priscilla lo lleva a una calle bulliciosa con gente sencilla que hablaba en diferentes idiomas, era un sector donde los inmigrantes se reunían para pasarlo bien- No se asuste son buenas personas...algo maleducados pero muy buenos- los ojos de William no podía percibir nada de lo que ella le decía sobre aquellas personas pobres que los miraban con rabia y con ganas de quitarles lo que llevaban puesto, seguramente se les cruzaría un ladrón
-Mi querida damita no quiero ser descortés pero creo que fue una mala idea venir aquí sobre todo vestidos así
-¡tranquilícese no va a pasar nada! No es la primera vez que vengo...-William quedo perturbado por aquel descubrimiento del comportamiento de la joven, que imprudencia el hecho de mezclarse con gente de clase baja, su indignación fue grande que se detuvo de repente
-¿Como es posible que una dama de su clase recurra a estos lugares tan bajos?
-¡No diga eso!
-¿Acaso no tiene conciencia?
-Por supuesto que la tengo
-Pues no parece, sera mejor que nos marchemos no quiero estar un minuto más en este sitio
-¡Este lugar no es malo!
-Claro que lo es,
-Nadie me ha hecho daño
-Eso no significa que no ocurra
-Tengo fe que nada me pasara y tampoco a usted
-¡Que ingenua eres!
-¡Como se atreve a decirme eso!- le contentas herida sin entender porque le hablaba tan duro-
-Parece que usted se olvida de quien es, alguien que visita vestida con telas caras a lugares así llama la atención y puede que no ocurra nada las primeras veces eso hace que te de confianza de seguir viniendo hasta que llega un día que no pensabas que ocurriría, ¿como cree que se pondrán sus padres cuando le pase algo? No soy su padre ni su madre pero de solo pensarlo me...¡rayos! No importa lo que piense ¡No quiero que vuelva nunca más aquí!
-Entiendo lo que trata de explicarme Sr. William, se que estoy expuesta a muchos peligros con o sin ser una niña rica, tengo mis razones por las que acudo aquí y por las que no dejare de seguir viniendo, lamento no aceptar la orden...
-¿Por que vienes aquí? ¿Que hay de bueno en este lugar?
-Hay gente buena y verdadera...también hay gente malas...pero sobre todo tengo una persona muy importante aquí...alguien a quien amo mucho


----------------------------------------------------

Mil disculpa por la demora y siendo el ultimo día del festivo me pregunto donde podre publicar los capitulos restantes..hoy al menos sera entre dos o tres, me falta para el capi final...buaaaaaaa ¿que alguien me diga?

espero que les guste el capitulo lo hice con mucho cariño

Priscilla///Capitulo 8

CAPITULO 08


-Disculpa si le retengo un poco más a mi lado, tengo algunas palabras que decirle-Le confeso con suavidad mientras caminan despacio por el jardín, tomada de su brazo y con el corazón a mil se dejaba llevar, en su mente aguardaba una tremenda incertidumbre ¿que querrá decirle William? Podía pensar en un centenar de ideas pero tal vez todas eran erradas ojala una fuese verdad.- Palabras que he intentado decirle en todo el paseo...debo confesar que el paseo no resulto como esperaba, sin embargo, algunos momentos valieron la pena
-¿Que esperaba del paseo de hoy Sr. William?
-Conocer la ciudad...
-Pero eso se hizo
-Bueno en parte...esperaba conocer los lugares que a usted le gusta visitar cuando desea escapar del bullicio de los amigos
-Disfruto ir al parque, de ver a los artista de la calle que son pocos pero fascinan con sus artes, a la librería...a veces simplemente camino donde el viento sople más...
-Esos son los lugares que deseo ir mañana, por supuesto con usted...solo con usted.
-¡Solo los dos! ¡Oh Sr. William antes debo pedir permiso a mis padres! No es adecuado que una señorita ande sola con un caballero aunque fuese joven y apuesto
-Ha ha ha...Entonces le solicitare permiso a su padre mañana muy temprano, eso si necesito saber si desea ir...
-Con mucho gusto respondería pero mi prudencia no me lo permite, sea cual sea la respuesta de mi padre espero que este a la altura de sus deseos.
-Mis únicos deseos es complacer todos los suyos...-Un vaivén de emociones se movilizaban dentro de la piel, el alma y el corazón Priscilla con una intensa fuerza que jamás había sentido, no tenia palabras para expresar todo lo que le sucedía pero se pregunto ¿Si una persona puede morir de tanta felicidad? Ella no quería morir sin haber probado la pasión de su amado, sin embargo, podía morir de amor en sus brazos, William la miraba con un brillo que la embelesaba aun más, él se daba cuenta y eso le generaba incentivo de continuar- ¡El cielo de esta noche luce hermoso! ¿No cree usted? Las estrellas brillan intesamente como queriendo competir con la luz de la majestuosa luna, tan amiga, tan coqueta, tan cómplice, tan calurosa ¡Oh si calurosa! Aunque suene loco para mi la luna esta llena de calor esta noche porque tengo alguien maravilloso a mi lado-
-¡Oh Sr. William, no diga esas cosas!- apenas logra decir
-¡Es verdad! Estoy tan maravillado porque usted esta conmigo y quiero permanecer así por más tiempo, dígame si siente lo mismo
-Sí...también deseo seguir a su lado
-Entonces hagamosle caso a nuestros deseo
-Si...

Como en un sueño Priscilla se sentía después de lo acontecido esa noche sin poder cerrar los ojos por las emociones nuevas en su cuerpo, en su alma y en su joven corazón, rogando con todas sus fuerzas para que su padre le concediese el permiso de salir mañana a pasear y estar solos los dos otra vez, rogando por conseguir su amor, anhelando un futuro lleno de felicidad a su lado y nada absolutamente nada pueda evitarlo.

William igualmente despierto vestido con sus pijamas se encontraba sentado en una mesita escribiendo una carta para su amigo de toda la vida.

[size=18]A mi amigo atolondrado

Recién me tome la molestia de leer tus extravagantes palabras palmadas en tu carta ¡no tiene prudencia alguna amigo mio! No se que voy hacer contigo, esta será la ultima vez que me digno a salvarte el pellejo ¡esta claro! Te recuerdo que debes acomodar esa rebeldía muy tuya porque trabajaras conmigo y mi honorable padre te vigilara cada paso que ejerza en la empresa...En fin dejemos aun lado ese asunto, seguramente te estarás preguntando que diantre estoy haciendo en New York, no pude explicarte nada cuando nos separamos, ambos estábamos apurados y ajetreados en nuestro asuntos empresariales pero el asunto no podía explicarlo en aquel sitio menos con tan poco tiempo, tampoco es adecuado que te lo cuente detallado en cartas así que tendrás que esperar un poco más para saber el cuento completo, lo único que puedo revelarte es...¡voy a contraer nupcias pronto! Ah ya te imagino atragantadote con el whiskys que estas tomando, ¡Si, es cierto! Juramos un día de borrachera que no nos casaríamos hasta haber cumplido los 30 años pero uno nunca sabe a quien puedes conocer en una fiesta,...la dama es muy joven apenas unos 6 años de diferencia ¡que tal! Goza de una belleza increíblemente abrumante y un carácter encantador que me esta hechizando el... bueno su padre es unos de los mejores empresarios de la ciudad y tiene intereses que benefician al negocio familiar, mi padre esta muy entusiasta con ese asunto tanto que me ha encomendado una misión de alto grado, ¡Ay amigo! Me he preguntado una y otra vez ¿que tanto me cambiara la vida si logro cumplir esa misión? Desde que tome el tren para asistir a cierta fiesta mis días se han tornado diferente...

Bien me despido por ahora ¡No me escribas a esta dirección, por favor! Estaré entre el lunes y martes en Chicago, nos veremos cuando vuelvas de Washington.
[/size]

El sol del nuevo día se asomo al fin, Priscilla se levanta de la cama más enérgica que nunca la nana querida iba de un lado para otro buscando diversos vestidos que su niña le solicitaba y devolvía, <<[i]¡Este no! ¡quizás este! ¡No! Ese color me hace ver demasiado pálida, ¡muy descotado! ¡me sofoco! ¡ya no me queda!>> expresaba en el espejo, después de una intensa hora encuentra el vestido ideal para lucir solo en la mañana, ansiosa baja para ir saludar a su padre, saber si ya hay noticias positivas del paseo y ver a William pero tanto se tardó en vestirse que se marcharon sin darse cuenta, desilusionada se sienta en el comedor junto a su madre, desayuna poco porque la angustia y el amor le han quitado el apetito ahora su alimento es ver la presencia del amado cada día de su existencia. Para distraerse mientras esperaba noticias de William busco la compañía de Elroy, esta se hallaba en los jardines perdida en sus pensamientos sin ganas de tener compañía especialmente de Priscilla, cuando la tuvo cerca la despacho con elegancia dejándola más desilusionada, sin embargo, con su carácter optimista se fue a molestar a la nana quien persiguió el resto de la mañana, en la cocina se le ocurrió preparar un plato, la nana alarmada por su antojo trato de impedir que cocinara vestida así, Priscilla tuvo que calmarla afirmandole que solo daría el punto de sabor otros cortaría los ingredientes y el personal aceptaron contentos ayudarle.

La sonrisa volvió a iluminarle el rostro cuando William regreso contándole la respuesta de la ansiada noticia, llena de indescriptible felicidad casi comete la imprudencia de abrazarlo en frente a su padre quien caminaba sigiloso por el pasillo observando a la pareja, fue en ese preciso momento que se dio cuenta de los sentimientos de su hija al ver en sus ojos un brillo que se intensificaba cada vez que miraba al joven, no pudo evitar sentir celos paternos a pesar de que horas atrás estrecho las manos con aquel joven para iniciar una negociación empresarial y personal, quizás muy pronto su princesa pertenecerá a ese hombre .

-¡Mi niña al fin te encuentro! vuestra madre desea tener una conversación contigo, ¡no la hagas esperar! Sabes como se pone cuando no se cumple su voluntad-
-¡Si, papa!
-y usted joven viene conmigo un momento
-Como diga, disculpe señorita- y el padre se lo lleva rápido.

La madre se encerró con su hija para darle consejos de como comportarse en una primera cita, era tan obvio que ese dichoso paseo a solas en otras palabras significaba “cita” y sobre todo cuando su querido esposo le notifico que aquel caballero había aceptado pensar sobre el arreglo matrimonial con Priscilla con la condición de que no le informaran nada sobre el acuerdo y le dieran el permiso de cortejarla libremente. Con mucha impaciencia escucha los sabios consejos de la madre que apenas termina se retira rápido de la habitación, no podía aguantar estar separada de su amor, William había subido al mirador a descansar un poco, la reunión con el Sr. Andersen ocupo casi toda la mañana dejándolo abrumado solo transcurrieron unos minutos para caer en un sueño placido que ni un fuerte ruido lograría despertarlo, cuando ella lo localizó en aquel sofá dormido no tuvo la fuerza para despertarlo y como hechizada por la belleza de aquel ángel se sentó en el sofá adjunto y se quedo allí contemplándolo.


Él no tuvo la certeza si su amada estuvo sentada observandolo dormir porque apenas entreabría y cerraba los parpados vio el reflejo de una dama pelirroja, cuando los abrió por completo no había nadie en la habitación, percibió un delicado aroma floral que tal vez provenía del florero de la mesita, pensó que a lo mejor fue su imaginación o un sueño o quizás un deseo, <<¡Que tantas ganas tienes de tenerla contigo William que la ves por todos lados! >> se dijo así mismo y no se equivocaba, miro su reloj de bolsillo y aun faltaba una hora para salir con ella, que lejos se sentía esa hora, que lento se movía el secundero, que lento caminaba el tiempo <<¡Ojala no pase rápido las horas cuando este contigo...>> confeso y suspiro.

La anhelada cita al fin empezó para los jóvenes amantes cuando subieron al carruaje luciendo sus mejores galas para la tarde, Priscilla vestida con las telas más frescas y de color rosa oscuro y claro, con un escote que el caballero afortunado podía ver una porción de su piel y encantos delanteros, con sus ondulados rebeldes casi sueltos adornado con una corona pequeña de flores y maquillada con tonos muy suaves adecuados para su edad, William la miraba maravillado que no consiguió las palabras exactas para halagarla a ella no le importo su silencio le basto con su expresión embobada, ya había obtenido el resultado ansiado. La madre y la nana están nerviosas, preocupadas, tristes y felices por su princesa, se despiden casi llorando como si se fuese a ir por mucho tiempo o como si aquel hombre se la estuviera llevando lejos, <<¡Los hijos crecen tan rápido! Hace poquitito era una bebe que corría tras de mi y ahora corre tras un hombre>> apenas logro decir la madre acongojada que veía como se alejaba el carruaje de la casa y la nana también acongojada para calmar a la otra madre le dice <<¡Que le vamos hacer mi señora! Tenemos que dejar que los hijos abran sus alas y vuelen lejos de casa para que encuentren sus propios nidos>> y se abrazan ambas llorando a mares.

William y Priscilla en poco tiempo llegan a ferry para poder trasladarse al otro lado y dirigirse al gran parque central o visitar la calle de los artistas ambulantes para empezar, sentados uno al lado de otros muy risueños se miraban a los ojos sin pestañear como si no quisiesen perderse nada de sus movimientos, cada uno quería grabarse de memoria ese paseo que supuestamente era para ver la ciudad pero lo que hacían era mirarse mutuamente, William preguntaba una que otra cosilla para poder hablar un poco pero sus emociones esa tarde lo traicionaban tanto que cometía muchas torpezas, no parecía ser aquel hombre seguro que siempre controlaba cualquier situación en una mesa rodeado de hombres hambrientos de poder y justamente ahora se sentía inseguro siendo dominado por una joven que cada vez que movía sus rulos o simplemente sonreía su mente se nublaba. Priscilla con el corazón ardiendo esperaba tanto de su pretendiente, un abrazo, una caricia, un beso, ¡Oh si soñaba con un beso suyo!, su primer beso, un beso de amor, se preguntaba cuanto tardaría en llegar a esa parte o que tendría que hacer para darle la señal para que la bese, ¿que sentiría al sentir sus labios unidos a los suyos?, ¿Sería tal cual como sus sueños o mucho más?, <<Paciencia Priss, Paciencia>> una y otra vez decía para calmarse porque el torrente de pasión que corría en su sangre la ponía impaciente.

-¡Hemos llegado! Dígame para donde nos dirigimos
-¿No tomaremos un carruaje?
-¡Me gustaría caminar aunque si prefiere tomar un carruaje con gusto lo busco ahora
-¡Oh no! Si usted quiere caminar ¡caminaremos! Así conocerá mejor la ciudad
-¡Muy bien!- y le brinda su brazo para caminar juntos como lo hicieron en la noche anterior, Priscilla lo acepta gustosa.
-Caminemos hacia el norte, quiero que conozca el parque más bonito de mi ciudad
-Llevame donde quieras mi bella dama, hoy estaré a tu total merced-le confeso con voz suave y sin pensar, al oírse se dio cuenta que expreso algo sincero que sentía dentro y que no podía ocultar más, se había enamorado con locura con apenas dos días con ella o se flecho desde el primer día que la vio en lo alto de la escalera, en fin ya no importaba cuando fue sino que era imposible parar aquellos sentimientos que cada día se volvía mas fuerte, la miró y acepto su rendición al amor.

----------------------------------------------

aqui una hermosa pieza de la banda sonora de una de las tantas peliculas de Jane Eyre http://www.youtube.com/watch?v=Wjg3qmtT7Qo&feature=related


Tu amigo William”



Priscilla///Capitulo 7

VII

El carruaje llegó exactamente a las 4:30pm, las damas muy puntuales bajaron las escaleras al recibir la notificación de la llegada del caballero, Elroy feliz de salir para visitar una vez más la ciudad tan alegre y movida, apuraba a Priscilla en todo que la niña estaba tan distraída que costo bastante en enfocarla en el presente, William fuera del carruaje se arreglaba los guantes, su cabello y su sombrero, mando a subir su maletas hace poco dejo el hotel donde se hospedo en la noche y fue allí donde aprovecho en acicalarse y cambiarse de ropa para venir bien galante para su chiquilla, cuando las damas salen emocionadas, las saluda con una amplia sonrisa quitándose el sombrero, las elogio por los bonitas que se veían esa tarde, les abrió la puerta y dio su mano para subirlas al carruaje. Elroy estaba vestida de verde y blanco, colores que realzaba el color de piel, con una gargantilla del mismo color y decorados de piedras preciosas hacían juego con sus ojos que brillaban, Elroy no sabia el porque esa tarde se sentía tan feliz es como si algo especial ocurriría. Priscilla vestía de nuevo de color azul con estampados, era un traje recatado que ocultaba sus encantos femeninos, manga larga, cuello alto, sin embargo, marcaba bien su definida silueta, se sentó frente a William, le saludo, le sonrió y se mantuvo callada en gran parte del viaje como si no quisiese decir o hacer algo imprudente, fue Elroy la que converso sin parar con su hermano sugeriendole que sitios visitar y Priscilla solo asentaba. Hicieron varias paradas, tiendas,plazas, perfumerías, joyerías entre otros lugares comerciales, en el camino se encontraron con un trío de amigas que se les unieron al paseo que supuestamente era para William conociera una parte de Nueva York y termino siendo acompañante de comprar de Elroy y las amigas de Priscilla.

La niña seguía callada y meditabunda, observaba constantemente cada movimiento de William, insegura por no cumplir ciertas expectativas que se metió en la cabeza con su análisis de lo que entendió del mensaje, William intrigado por el comportamiento apagado de Priscilla intentaba acercarsele pero su hermana y demás señoritas irrumpían cada intento, siempre aparentaba amabilidad en su rostro por cada interrupción y por dentro quería estrangular a cada una sobre todo a Elroy que por lo visto decidió estropearle el paseo por no dejarla salirse con la suya en la breve discusión en horas pasadas, tuvo suerte cuando entraron a una tienda de accesorios de vestir, una tienda especial para comprar abanicos, sombreros, sombrillas, paraguas, bastones, ella miraba la galería de abanicos en diversos colores y diseños, se le agrandaban los ojos cada vez que le gustaba uno, lo tomaba, y posaba en el espejo muy coqueta, luego los devolvía a su lugar para repetir lo mismo cuando encontraba otro que le gustase

-Ese le hace juego con sus cabellos...-le dice William mientras se acerca despacio
-¡Oh! ¿usted cree?-responde dulzona mientras toca el borde dorado del abanico de estampado de rosas, un gesto que William tomo como invitación para conversar- no tengo un vestido que conjugue con este hermoso abanico
-Entonces compre un exquisito vestido porque ese color le asienta estupendamente -Ella sonríe y se vuelve a mirar en el espejo esta vez sus mejillas tienen un color carmesí-
-¡Es hermoso! Pero no estoy segura si deba comprarlo hace días que compre tantas cosas que mi madre me riño toda la tarde,
-¿Te gusta mucho?
-Si...
-¿Hay otro que te guste?
-¡Muchos! Por ejemplo este color perla y este color verde
-Escoge todo los que quieras y si te gusta otras cosas tomalo, lo pagare con mucho gusto
-¡Sr. William! No puedo aceptarlo, es muy amable de su parte pero...
-Es para dártelo como obsequios por acompañarme esta tarde, por favor insisto
-Solo por compañía...
-También es porque la quiero ver feliz, ha estado muy callada y absorta en sus pensamientos cuando me agrada mucho ver su entusiasmo que da vida todo lo que toca...la verdad lo hago para complacerla así de sencillo- Priscilla siente ganas de volar de felicidad, su adorado quería obsequiarle lo que quisiese de la tienda, en su idioma de caballero era una forma de darle entender su deseo de cortejarla, en días anteriores recibió dos enorme ramos de flores, su galantería de ofrecer su mano en la ocasiones requeridas y ahora eso, había creído después de la conversación temprana que solo sentía agrado nada más porque era muy niña para su gusto, <<No puedo estar equivocada ¡Le gusto! ¡oh si Dios mio, le gusto! >> pensó y un deslumbrante brillo afloro en sus ojos, sin dudar acepto su propuesta- Gracias , no sabe cuanto me complace su aceptación

¡Cuanto emoción yacía dentro del pecho de ambos! William era dichoso con verla feliz, saltando de un lugar a otro escogiendo los adornos que quería tener, aun no entendía porque le provoca felicidad aquel suceso quizás por el hecho de estar cerca observándola, Elroy incrédula ante la actitud de su hermano ¿cuanto le costaba convencer a William para que le comprara un obsequios? ¿Cuantas indirectas le lanzo esa tarde en casi todas las tiendas para que pagara aunque fuese un par de guantes? Su hermano era un tacaño de primera y ahora es capaz de gastar su dinero sin fijarse en precios por una chiquilla bonita <<¡hombres!>> se expresó indignada

-¡Oh Srta Elroy, parece que su hermano esta cortejando a la pequeña Priss! Tal vez debería ir comprando el vestido para la futura boda- le dijo con mala intención Charlotte quien por dentro estaba celosa de Priscilla porque había acaparado la atención total de William sin proponerselo al contrario de ella quien se la paso coqueteandolo desde que se les unión en el paseo- ¡Ah pero debería ser usted la novia de la próxima boda de su familia! Creo que debe hablar seriamente con su padre, no se ve bien que la hermana mayor en sociedad se case de ultimo cuando su hermano ha declarado ante todos que aun no desea contraer matrimonio..-No podía estar más en lo cierto pensó Elroy enojada, si William contraía matrimonio primero sería el hazmereir de la alta sociedad, la única soltera de la familia que debía estar casada antes que sus hermanos, merecía un futuro de amor cuando se dedico en cuidar de ellos apenas falleció su difunta madre, tenía que hacer algo para evitarlo o atrasar el romance para beneficio suyo, decidida camino con sigilo donde su hermano que yacía parado sosteniendo una canasta con un abanico escogido por la niña que seguía buscando cual otro llevar .

-Debe ser un negocio muy jugoso para que estés pagando cosas sin escatimar precios a la hija del Sr. Andersen- le dice bajito con malicia- ¡Pobre niña si supiera que todo esto es por interés!
-No hables de lo que no sabes -le responde con seriedad alejándose de su lado para unirse una vez más a Priscilla- Ambos son hermosos y se te ven maravillosos, me gustaría que te llevaras los dos...
-¡Gracias!
-Sera un placer más si prometes usar uno para mañana en la continuación del paseo
-¡Ah claro! Si eso desea así lo haré

Las amigas un poco cansadas sugieren que deben irse de la tienda, Priscilla sin pudor da entender que tiene ganas de cenar y William para complacerla aun más las invita a todas al más lujoso restaurante de la ciudad, Elroy no puede evitar alarmarse pero se mantiene callada y así anduvo durante la cena, Charlotte controlaba el tema de conversación para lucirse frente a William, a él le pareció un tema demasiado frívolo para su gusto y noto la coquetería de la chica que tampoco correspondió, solo le importaba lo que opinara Priscilla, solo sus ojos se quedaba en ella. Después de una hora y media se retiraron, llevaron a las tres damiselas a sus casas prometiendo una próxima salida, besos, abrazos y buenas noches, dentro del carruaje se escuchaba la risa risueña de Priscilla a cada instante, sin disimulo mostraba nuevamente su atolondrado entusiasmo por él, Elroy perdida en los movimientos de la calle por su ventana aun permanecía silenciosa pero no por seguir molesta con su hermano sino recordando una mirada masculina que cruzo con la suya dejándola privada y sin aliento en el restaurante, nadie se percato de aquel suceso menos cuando solicito permiso para respirar un poco de aire cuando el caballero se le acerco presentándose y alabando su belleza, su rubia cabellera, su mirada y más, le entrego una tarjeta con su nombre, se despide galante cuando escucha pasos acercándose, ella se quedo inmóvil mirando hacia la dirección donde el hombre desapareció, sus mejillas se tornaron de un rojo intenso que intento ocultar a todos. Al llegar ellos bajan, Elroy camina apurada sin darse cuenta que Priscilla no iba detrás, William tomó su mano para retenerla un poco más e invito un paseo nocturno por los alrededores del jardín, una invitación que Priscilla no tuvo fuerzas de rechazar a pesar de estar mal en aceptar, si para pasar momentos a solas con él indicaba un castigo de sus padres por imprudencia, entonces valía la pena sufrir.


---------------------------------------------------


Priscilla///Capitulo 6

VI


Priscilla se presenta en el comedor con un delicado vestido color celeste y blanco que contrataba con sus ojos, un vestido ideal para la tarde, ni muy elegante ni informal, William se deleito una vez más con su presencia, la verdad estaba claro en la grandiosa belleza de la joven, era un sol andante que brindaba su calor y encanto a los presentes, como todo caballero se levanto para recibirla y no se sentó hasta que ella se hubiese sentando en la silla, los padres no podían estar más felices por contar con la presencia del heredero de los Andrews en su mesa, naturalmente el padre hablaba de los descubrimientos y sus beneficios futuros para la sociedad “la electricidad y los hidrocarburos”,William se mostró tan interesado en el tema y demostraba con fluidez sus conocimientos, Priscilla escuchaba atenta y cuando quería opinar o preguntar lo hacia con franqueza y decisión, la madre no hallaba donde esconder la cara cuando expresaba ciertas opiniones que una dama no debería de expresar frente a los hombres, a veces le tocaba detenerla <<¡Priscilla por favor!>>y ella no hacia caso, Elroy después de la llegada de su hermano la opinión positiva que tenia hacia la joven se convertía pesada por sus imprudencias, William con gracia trataba de aminorar la angustia de los padres respondiendo calmadamente las preguntas y opiniones de la dama, a él no le importunaba su comportamiento al contrario le agradaba mucho descubrir tantas sorpresas en ella, una chica así no se ve todos los días. A la larga terminaron riéndose, el astuto jovenzuelo logro dar un giro de 180º en los temas para olvidar cualquier disgusto.

-Gracias Sr. William por su agilidad de evitar malos ratos en el comedor,disculpe el comportamiento de mi hija
-Sr. Andersen no debería pedir disculpas por tal cosa, al contrario debería sentirse orgullo de su hija, realmente la han educado bien
-Mi hija y yo siempre conversamos de diversos temas cuando tengo tiempo, fue un error no enseñarle que no puede hacerlo con tanta libertad como lo hace conmigo...tal vez su futuro esposo no le agrade
-Tal vez debe buscarle un esposo que le enseñe o sepa como manejarla
-¿como lo hizo usted?-William se quedo en silencio un rato para pensar en una adecuada respuesta corta que no exprese su interés ni desinterés-
-Quizás...-y el Sr. Andersen sonrió satisfecho
-

Por el otro lado la madre regañaba a Priscilla en su habitación, Elroy se encontraba sentada apoyando el sermón de la indignada madre.

-¿como te atreviste? Comportarte así en frente del Sr. Andrews, cuando debiste lucir todos los mejores modales
-Mama pero ni siquiera se disgusto
-Mi hermano no es la clase de persona que demuestre disgusto evidente, pero conociéndole no le agrado mucho
-pero...
-Quizás pensaste que es correcto porque sueles conversar de esa forma con tu padre, pero recuerda que los demás caballeros no son tu padre, una dama debe comportarse como le corresponde...hija mía deberías pedir disculpas al caballero y a la Srta Elroy hoy mismo
-Disculpe Srta. Elroy por mi comportamiento en el comedor, evitare no volverlo hacerlo
-Las disculpas serán aceptadas si no vuelve a opinar tan libremente en conversaciones de hombres
-¡Tratare!
-¡Bien! Me retiro estoy algo cansada, con permiso- y aceptan su retirada, la madre sigue mirando decepcionada a la niña y sin decir otra palabra se retira de la habitación dejándola desconcertada, se sienta en su cama contrariada pensando lo injusto de ser mujer, comportarse como corresponde significaba sentarse bien, vestirse elegante, hablar como un ángel, reír con estilo, obedecer al padre y al futuro marido sin chistar, mantener la boca cerrada mientras los hombres conversan libremente de cualquier tema pues como van a la universidad tiene la suficiente educación profesional para hacerlo y una mujer no, porque no va a la universidad, solo sirve para ser una muñeca linda que toca el piano, pinta <<¡Injusto!>>, Se fue de la habitación malhumorada para irse a disculpar con William sino la madre la hostigaría por desobedecerla, lo busco por casi toda la casa y no encontró rastro de él , cansada se va a su lugar favorito para esconderse cuando se siente mal.

Su escondite no era un lugar de 4 paredes sino un escenario natural con vista al East River, el viento soplaba a su cara y cada vez que miraba hacia aquel río que lo separaba de la otra parte de la ciudad la relajaba, el agua siempre calmaba sus emociones y el sonido de la naturaleza la conectaba a sus pensamientos, siempre cerraba los ojos por largos minutos para llenarse de las bondades de la madre tierra, cuando abría los ojos estaba llena de energía, esperanza y convencida de haber tomado la decisión correcta. William después de terminar de hablar con su hermana en su habitación de invitado sale a respirar aire fresco y sacarse el malhumor que Elroy le dejo, saca de su bolsillo un elegante porta habano, lo abre, toma uno, lo huele, lo enciende, y empieza a fumar. William se había convertido en un habido fumador desde que empezó a trabajar en las empresas de su padre, en cada reunión todos los presentes encendían sus habanos más caro y llenaban de humo toda la oficina, siendo tan joven aprendiz de negocios recién graduado tuvo que adaptarse y tomar dicha costumbre masculina de oficina para no quedar atrás, además que obtenía éxito en relacionarse con los empresarios de bolsa grande, poco a poco fue fumando como si fuese aire que a donde fuese tenia que fumar aunque sea uno. En su momentos de soledad aprovecho el chance de practicar su habito, aparte de pensar en los consejos de Elroy y en el comportamiento de la querubín de la familia Andersen “Priscilla”,, de tanto pensarla no se había percatado de su presencia a unos cuantos metros de distancia, reconoció aquellos inconfundibles ondulados sedosos anaranjados rojizos, su corazón salto de alegría y sin rodeos se dirige donde estaba la dama solitaria ensimismada en una extraña comunicación mística o natural

-¿Que hace tan solita bella señorita?-pregunta con voz baja, Priscilla casi lanza un grito del susto, no esperaba interrupciones en aquel sitio
-¡Sr. William, que susto me ha dado!...no esperaba su presencia digo no esperaba que nadie viniese para acá
¿He estropeado su meditación? Si es así puedo retirarme para no molestarla
-¡No, por favor! Su presencia no es molesta, solo disfrutaba de recibir el viento en la cara.
-mmm...es un bonito lugar adecuado para despejar los pensamientos
-¡Lo es! Quería olvidar algunas cosas
-¿Que cosas han ocurrido para que este tan triste?
-Usted lo sabe...
-Se refiere a lo ocurrido en el comedor
-Si...
-A mi no me pareció tan malo
-Pero a mi padres y a su hermana si les pareció, ¡Soy una chica irrespetuosa que no se comporta como debe ser frente a un caballero!- y se lleva las manos a la cara para que no la vea llorar- nunca podre amoldarme a las normas correcta de la sociedad, ni un hombre me va a querer aceptar si sigo así...¡No puedo aceptar ser solo una muñeca linda de porcelana! ¡No quiero callarme! ¡No quiero! ¡Esto es injusto!
-¡También pienso que algunas normas de la sociedad son una...con perdón de usted, una completa basura!, Nadie tiene porque cambiar ni callar sus opiniones porque la sociedad no lo permite, creo que esta era necesita abrir los ojos urgentemente porque sino nos vamos a convertir en estatuas- Priscilla había parado de llorar y alzo la mirada anonadada antes aquellas palabras tan directas del joven, necesitaba mirar bien si realmente era William quien lo había dicho, él la miraba con esos ojos muy abierto sin una pizca de falsedad ni arrepentimiento, ella no puede evitar reírse intensamente con alegría cuando hace poco lloraba desconsolada, William comprende de inmediato y la acompaña-
-¡Que bárbaro es usted Sr. William, ha insultado a las señoras normas de la sociedad con esas palabras!
-Shhh no lo diga tan alto sino me van a excomulgar de la ciudad
-Dudo mucho que nadie lo haya escuchado cuando lo expreso casi gritando
-¿De verdad? Ups ¿y ahora que hago?
-Tendrá que huir o volverlo a gritar sin pudor
-¿Cual cree que sea la mejor opción? Piense bien la respuesta porque estoy dejando mi reputación en sus manos
-No es mi deber responder pero le aconsejo que siga su corazón
-¡Ah! Entonces eligo la segunda, prefiero mil veces una eterna condena que callar la verdad que ronda mi corazón...-dice con seriedad, Priscilla se da cuenta el mensaje que le acaba de transmitir, sin darse cuenta él la guío a responderse así misma en una simple ejemplo conversacional- ¿Se ha dado cuenta? No debe cambiar algo bueno de su ser porque otras personas no les parece, si gusta opinar sobre temas intelectuales hágalo pero en un momento adecuado...es decir, no en una mesa llena de ancianos porque ellos viven en una época muy antigua, sino donde usted se percate como es el grupo, va buscando poco a poco, escuchando y así se localiza las personas donde puede expresar sus pensamientos...
-¿Usted lo hace así?
-Si...
-Pero los hombres pueden hablar de todo sin que los juzguen
-No todo, nosotros también tenemos normas...hay cosas de las que no se puede hablar
-Pero que hombre va aceptar que una dama así
-Existen muchos caballeros que gustarían escuchar sus opiniones más si viene de una dama tan bonita
-¿No es que era bella? Lo dice porque debo verme fatal, he llorado en su presencia ¡que bochorno!
-Se equivoca señorita aunque este llorando, molesta o riendo se ve muy bella,...usted parece un ángel- Priscilla que se limpiaba su cara se sonrojo ante aquella comparación, los ángeles supuestamente son los seres más celestiales y hermosos que pueda existir, ¿en la tierra un ser humano puede llegar a poseer ciertos atributos?...-
-¡No exagere Sr. William!- contesta nerviosa cubriéndose el rubor-
-No exagero, lo digo con toda sinceridad
-¿Y puede un casi ángel ser tan impertinente?
-Si, los hay muy traviesos y habladores
-¿Puede agradar a un caballero con ese defecto?
-Si, hay cada gusto para cada persona
-¿y a usted le agradaría alguien como yo?-Preguntó con miedo e inquietud, en sus ojos rondaba la esperanza de una respuesta positiva para su ardiente corazón que estaba despierto y alborotado desde que él piso el suelo de su hogar, como alma tan joven no quería esperar demasiado para demostrarle su amor, lo quería ya, al contrario de William que suele ser más paciente y controlado, le gustaba disfrutar las emociones a fuego lento para así disfrutar por completo a larga duración a la dama que escogiese de paso que le encanta conquistar con retos, Priscilla con ese entusiasmo alborotado le dañaba su caza, no la deseaba de manera fácil porque esas emociones se acaban rápido, él ansiaba obtenerla totalmente al igual que los negocios de su padre, así que para que sucediera las cosas como ha planificado debía responder de manera tal que la deje esperanzada y al mismo tiempo no-
-¡Pensé que había dejado en claro eso!, Bueno en general me agradan las personas de amplios criterios e interesantes opiniones...más si proviene de una mujer- Expresa con énfasis en la ultima palabra, él esta sonriente con rayos de picardia en su mirada que la deja aturdida y confusa, de repente la voz de la nana querida se hace presente <<¡Sr. Andrews! ¡Sr. Andrews! ¡Al fin lo encuentro señor! El Sr. Andersen ya esta listo para irse>> le avisa casi sin aliento- ¡Oh voy en camino, muchas gracias! Bueno Srta. Priscilla tengo que irme no antes me gustaría saber a que horas debo venir a buscar
-¿buscar?
-Acaso se olvido de nuestro compromiso para ir juntos recorrer la ciudad que ansío conocer
-¡oh! Pensé que después de lo ocurrido en la mesa no querría mi compañía
-¡Que cosas dice! deseo gozar aun más de su compañía...Dígame ¿a que horas?
-Pues...no se -responde dudosa que la respuestas que últimamente ha dado William la han dejando muy confusa y su mente inocente e ingenuo no lo ha podido procesar bien de paso su mirada se ha vuelto extraña que la pone más nerviosa- no se cuanto tiempo va acompañar a mi señor padre.
-¿A que horas son ideales para recorrer la ciudad?
-A cualquier hora
-En ese caso a las 4:30 de la tarde ¿le parece?
-Si...
-Así quedamos, la espero dentro de dos horas-Besa su mano con galanteo para despedirse, Priscilla le arde la mano al sentir sus labios en su piel- por favor no ponga más esa cara de tristeza pequeña, recuerde que usted es una jovencita muy hermosa. ¡hasta pronto!-

William se retira con calma pero reteniendo una sonrisa de satisfacción, ha conseguido dejarla confusa por el momento, su corazón empezaba arden en su pecho por ella, su inocencia, su encanto, su manera de pensar, su aroma, su entusiasmo, su pasión lo habían enmarañado sin que se diese cuenta, comienza a creer que es un juego que lo ha emocionado pero se mintió así mismo, él había buscado la manera inconsciente de lograr que la pasión de Priscilla se volviese amor, porque deseaba que ella se enamorara de él profundamente.

Priscilla aun permanecía en el mismo lugar meditabunda, analizando lo que quiso decirle William, una y otra vez recordaba cada palabra desde su aparición en su sitio favorito, no había entendido cuando expreso <<“¡Pensé que había dejado en claro eso!, >> ¡que tonta había sido! Estaba tan embobada que en ocasiones no presto mucha atención porque cada vez que lo miraba se perdía en su mirada, sus labios, su cuello, sus manos, sus dedos que estuvieron limpiando sus lagrimas con delicadeza instantánea y acariciaba una que otra vez sus rulos que bailaban en su rostro, antes de responder esa pregunta quizás la respondió en otra pregunta << Existen muchos caballeros que gustarían escuchar sus opiniones más si viene de una dama tan bonita;>> la cuestión que lo dijo en general como la segunda respuesta << me agradan las personas de amplios criterios e interesantes opiniones...más si proviene de una mujer;>> y es en lo ultimo que se enredo cuando se fue, William dijo “mujer”, con mucho énfasis, no dama, no joven, no señora, ni señorita sino “mujer”, en tono vernáculo ¿que habrá querido decir?, se pregunto, ella precisamente es un ser femenino considerado a su edad una mujer adecuada para casarse, es decir, ser la mujer de alguien, sin embargo, es tan doncella que no aprobado la pasión, ni el amor de un hombre para considerarse una mujer completa, más bien es aun una niña con cuerpo de casi una mujer, y para rematar su adorado se despidió enfatizando dos veces lo verde que esta << por favor no ponga más esa cara de tristeza pequeña, recuerde que usted es una jovencita muy hermosa!>> Aquellas palabras le dolieron porque William la ve como una chiquilla y ella no quería ser una niña para él, pero algo la reconfortaba enormemente que a pesar de verla de esa forma deseaba su compañía << deseo gozar aun más de su compañía>> fue lo que dijo acompañado de una mirada que podría considerarse “ardiente”, no pudo haber quedado más confundida.


-----------------------------------------------------------

Priscilla///Capitulo 5

V


Al día siguiente después de la reunión William estaba en el tren camino a New York, en su mente todavía se repetía esas palabras y otras más para convencerse de algo que no sabia que era <<¡Ella no me agrada! ¡No es tan bonita! ¡No es tan encantadora! ¡Es muy niña! ¡Muy delgada! ¡Ella no me agrada!...>> miraba su reloj, el tren le parecía tan lento, tenía muchas ganas de llegar porque no soportaba estar sentando en el mismo lugar mirando la ventana, ya había terminado de revisar los papeles y una carta que su padre le encomendó llevar para el Sr. Andersen, su misión para ese fin de semana era entregarle los papeles y la carta como fuese de paso aprovechar en encantar a la hija e invitarla a pasar unas semanas en la mansión de los Andrews de Chicago. Llegó a la gran ciudad muy de noche, por la hora decidió hospedarse en un lujoso hotel porque es de mala educación visitar a la familia tan tarde, antes de irse envió una carta que escribió en su viaje para su nana.

[justify]“Llegue bien, el viaje fue tranquilo pero largo, me quedare en un hotel esta noche pero mañana me hospedare en la mansión de los Andersen, recuerda que le conté que acepte su invitación cuando volviera a la ciudad, ¡ya cene! No se preocupe por ese asunto. Nos vemos pronto, besos y abrazos

Tu eterno niño Willy

En la mañana como a las 10am las dos damas decidieron quedarse en la mansión, pasear por los jardines y leer un rato uno de los libros que solicitaron prestado de la biblioteca, Elroy opto ese día por William Shakespeare “Romeo & Julieta”, Priscilla sentada en una banca frente al jardín leía en voz alta y muy poetica la pieza de teatro apasionada de la escena en el jardín de Capuleto

Priscilla: (Romeo): “¿Pero qué luz es la que asoma por allí? ¿El sol que sale ya por los balcones de oriente? Sal, hermoso sol, y mata de envidia con tus rayos a la luna, que está pálida y ojeriza porque vence tu hermosura cualquier ninfa de tu coro. Por eso se viste de amarillo color. ¡Qué necio el que
se arree con sus galas marchitas!¡Es mi vida, es mi amor el que aparece! ¿Cómo podría yo decirla que es señora de mi alma? Nada me dijo. Pero ¿qué importa?Sus ojos hablarán, y yo responderé. ¡Pero qué atrevimiento es el mío, si no me dijo nada!...-Suspira profundo-

-Los dos más hermosos luminares del cielo la suplican que les sustituya durante su ausencia. -continuo una voz masculina que le acelero el corazón a Priscilla, de los nervios no podía moverse pero agarro valor para voltear y verificar si esa voz pertenece a ese hombre que últimamente piensa- Si sus ojos resplandecieran como astros en el cielo, bastaría su luz para ahogar los restantes como el brillo del sol mata el de una antorcha. ¡Tal torrente de luz brotaría de sus ojos, que haría despertar a las aves a media noche, y entonar su canción como si hubiese venido la aurora! Ahora pone la mano en la mejilla. ¿Quién pudiera tocarla como el guante que la cubre? -Finalizo con elegancia el primer dialogo de Romeo, Priscilla miraba con los ojos muy abierto y brillosos al hombre que era William C., quien yacía parado a un lado de la banca mirándola con esos impresionantes ojos verdes esmeraldas acompañado de una esplendorosa sonrisa, ella no pudo evitar escapar un leve suspiro por verlo nuevamente, de repente ese día le pareció más iluminado y lleno de vida que los anteriores, y como si algo la controlara le correspondió la sonrisa y sin más dijo el primer dialogo de Julieta de esa escena que la verdad era lo que realmente quería decir para si misma sobre sus aflorantes emociones

-¡Ay de mi!- expresó
-¡Buenos días Señorita!- Saludo cordial William
-¡Buenos días Sr. Andrews! Es un placer tener otra vez su presencia- Elroy como si no hubiese enterado de nada interrumpe aquella futura pareja cuando se abalanza emocionada en los brazos de su hermano quien la acepta con alegría
-¡William! ¡William! ¡Enhorabuena tu regreso! ¿Por que tardaste tanto? Pensé que me habías abandonado-
-¡Lo siento mucho! Apenas fue ayer que pude desocuparme
-¡Oh! ¿Como esta papa?
-Como siempre, duro como una roca- Ambos hermanos se ríen- Te he traído este ramo
-¡Ah hermano, que detalle! No era necesario
-Es para compensar los días de espera, sin embargo, he ansiado que esos días te hayas divertido
-¡Por supuesto! La Srta Andersen ha sido de lo más amable en llevarme a conocer la ciudad e ir a varios eventos sociales,
-¡Lo hice con mucho gusto-
-Muchas gracias, no sabría como pagarle todas esas atenciones para mi hermana
-Con su agradecimiento es suficiente
-¿Y este ramo también es suficiente?- y saca un enorme ramo escondido detrás de la banca,- me gustaría que la aceptase-
-¡Sr. William, es demasiado! -apenas logra decir esas palabras esta tan aturdida por la sorpresa que cuando recibe el ramo casi se le resbala de las manos- ¡Son hermosas! Muchas gracias
-Voy a mandar que las ponga en agua-sugiere Elroy con fingida amabilidad hace unos pocos segundos se percato de que su hermano esta cortejando a Priscilla, el nuevo ramo que le trajo era tan claro “Amapolas”, dos cosas cruzaron en su mente la primera: le gusta la joven y la segunda: esta siguiendo ordenes porque William nunca había sido tan detallista , toma el ramo de Priscilla y se lo lleva- ¡No tardo!

El sonido de los pájaros era lo único que se escuchaba cuando Elroy se fue a llevar los ramos de flores, ambos se sentían nerviosos por aquel momento a solas, en sus mejillas afloraban un fuerte rubor, William que siempre se jactaba de ser seguro y con los pies bien plantados en cualquier situación ahora no podía hallar las palabras adecuadas para cortejar a la jovencita solo podía mirarla, cuan bella se veía ese día, con su rostro casi al natural que pudo notar algunas pecas en su nariz, largas y abundantes pestañas claras se movían se arriba abajo acobijando aquella brillante pupilas azules como el cielo claro, sus labios semi carnosos de color rojo como sus apetitosas mejillas, ni mencionar que sin darse cuenta tuvo las ganas locas de acariciar entre sus dedos esos bucles sedosos que jugaban entre aquel rostro angelical y su larga nuca de tez luminosa, bajando más la vista bailaba su pupila en el sube y baja de las respiraciones del pecho de Priscilla, y se le agrandaron cuando detallo sus dos medianas montañas bien redondas y erguidas a medio salir de su escote con cada respiración, su cara se torno de rojo intenso al percatarse que la señorita estaba vestida algo descotada, ni modos estaba en su casa sin tener las intenciones de salir esa mañana y sin tener la noción de recibir visitas sorpresas de algún caballero, es decir, la agarro de imprevisto sin estar preparada tal vez por eso la observaba avergonzada, no pudo sentirse más descortés con la señorita y menos decente porque aun no podía quitar los ojos de encima de su esbelta figura y semi descubierto pecho llenos de pequeñitas pecas marrones claras <<¡Valgame Dios, ella tiene más pecas que yo!>> trato de pensar para evitar otros pensamientos

Por el otro lado, Priscilla no tenia fuerzas para mantener la mirada, nerviosa de pies a cabeza por la presencia de William y fija mirada respiraba fuerte porque parecía quedarse sin aire, se quedo sin palabras y su mente lleno de tantos pensamientos, uno de ellos era que se lamentaba no haberse maquillado apenas se pinto los labios, que su vestido era demasiado informal, demasiado sencillo para servir de ayuda para impresionarlo, de paso demasiado descubierto <<¡Que mala suerte la mía, me puse el vestido que hace notar mas las pecas! >>pensó desconsolada

-Disculpe señorita por tener la imprudencia de visitar a la familia tan sorpresivamente,- dijo al fin después de dominar un poco sus emociones-
-Usted no ha cometido imprudencia alguna para disculparse, -responde con voz suave sin mirarlo- puedo asegurarle que su visita es de total agrado para nosotros-
-Gracias, ¿Le gustaron las flores que le envié la semana pasada?- priscilla voltea emocionada por la pregunta
-El ramo de orquídeas fue el detalle más hermoso de todos lo que me enviaron ese día...
-¿Recibió otras flores ese mismo día?
-Si y no solo para mi también para la Srta. Elroy- William arquea un poco sus cejas, que no le agrado nada que ambas recibieran un centenar de flores de diversos caballeros, sin embargo, recordó el énfasis que hace poco dijo Priscilla, su ramo fue el más hermoso, lo que indicaba que quedo por delante ese día, ahora no sabe en que posición estaba esa semana porque siendo tan hermosa en esa semana debió recibir otros ramos e incluso invitaciones-
-¡Vaya! Parece que ambas han cautivado los corazones de muchos caballeros
-Si, el picnic le dio mucha suerte a su hermana
-Igual para usted apenas tenia un día de ser presentada a la sociedad y les enviaron ¿cuantos ramos?
-Oh Sr. William, cree que tuve la osadía de contar ¡eran demasiados! -respondió con pretensión y coquetería, tenia muchas ganas de impresionar al caballero de paso hacerle entender que existía una larga cola de pretendiente que si el no se pone las pilas otro ocuparía su lugar- la flores llenaron toda la sala secundaria,
-¡Bien por ustedes! <<¡tengo demasiada competencia, que problema!>>
-También recibimos invitaciones para la semana que aceptamos felices, por supuesto con permiso de mi padre, una fue a la opera con el Sr. Cameron
-¿El Sr. Christian Cameron?
-Supongo, lo conozco por apellido aun no he tenido la oportunidad de preguntar su nombre aunque...
-Si maneja las negociaciones de importación y exportación de algodón entonces se refiere a él- Priscilla se llevo las manos a la cara para tapar su expresión de vergüenza, no tenia idea a que se dedicaba ese caballero, tampoco tuvo el placer de averiguarlo antes y menos ahora se le cruzaba saberlo, William quedo en silencio unos segundos asimilando que Priscilla es aun tan joven para interesarse en saber ciertos detalles importantes de un caballero o quizás le son suficiente descubrir si son ricos o no - ...Bueno también es conocido por apoyar la cultura y la ciencia
-¡Ah, entonces si es el mismo Sr. Cameron porque organizo el evento para una campaña de la salud pública...ahora recuerdo que sostuvo una conversación con un ingles sobre algo referente al algodón según su nueva manufacturera textil en América ha generado grandes ganancias tanto como las que tiene en Londres...no escuche más porque llegaron otros invitados conocidos míos además estaba de sobra en esa conversación- Confiesa divertida- a los caballeros no les agrada que una mujer se entrometan en asuntos de negocios...
-<<Uff casi cometo el error de pensar que es frívola>>No a todos, algunos hombres les agrada que una mujer conozca en parte esos asuntos para tener algo que conversar en privado, de paso que ayuda en el futuro cuando son cónyuges...un esposo deseara escuchar algunos consejos sabios de su buena esposa...
-Interesante comentario Sr. William, creo que pienso a darme cuenta que usted tiene una mente moderna, muy pocos caballeros dirían tal cosa, es gratificante escuchar que una mujer debe ser el apoyo en todos los aspecto de un hombre ¡maravilloso!- dijo con fervor mientras le regalaba una radiante sonrisa
-¿Que es maravilloso?- preguntó Elroy mientras se dirigía a la pareja, miro fijamente el rostro de su hermano que tenia un leve sonrojo en la mejilla-
-La opera que asistimos con el Sr. Cameron el martes pasado
-mmm, si fue maravilloso
-Le relataba a su hermano los regalos e invitaciones que asistimos en la semana,
-hehe si y me ha dado a entender que New York causas buenas impresiones en los caballeros- complementa con alivio, hace poco se sentía alarmado por la sorpresiva presencia de su hermana en mitad de una conversación algo “privada”, una conversación que prefería que se quedase entre los dos porque Elroy era demasiado irritante cuando escuchaba opiniones que no se acoplaran a las costumbres de la sociedad y William solía romper un poco los esquemas sociales con sus pensamientos liberales, lo menos que deseaba era quedar mal frente a la señorita en una discusión de contrariedad con su hermana y fue un alivio total cuando Priscilla esquivo la verdadera respuesta con tranquilidad, es como si hubiese leído su mente o simplemente no quiso incluir a su hermana en esa conversación- si las cosas son así puedo sugerirle a nuestro padre que visites más seguido la ciudad
-¡No es necesario! Este donde este siempre capto la atención de un caballero...
-¡oh! Bueno con todo lo relatado New York parece ser una ciudad interesante quizás pueda conocerla un poco durante mi estadía-
-¿Se va a quedar varios días Sr. William?- pregunto curiosa la chiquilla que se había levantado de la banca enérgica al oír sobre su estadía-
-Solo este fin de semana, debo estar en Chicago antes del martes, por supuesto mi hermana también se ira conmigo
-¡Es grandioso! Si gusta puedo ser su guía para que conozca la ciudad
-¡Priscilla! No es correcto que una dama se ofrezca anticipadamente, le dice con severidad Elroy- debes esperar que el caballero invite primero.
-¡Lo siento! Me deje llevar por el entusiasmo...no piense que soy una descarada Sr William...
-Tranquila, pensaba mejor dicho estaba a punto de solicitarte que me acompañaras junto con mi hermana a conocer New York, para mi seria gratificante gozar de su compañía este fin de semana deseando reparar mi ausencia en el picnic ¿gustas?
-¡Por supuesto!- respondió con un intenso fervor que daba entender con claridad su entusiasmo por él , William se divertía al ver sus saltos de alegría, realmente era encantadora con esa iluminada cara, definitivamente cualquier hombre sea la edad que tenga se derretiría con su desparpajo angelical, Elroy se comenzaba a irritar porsu falta de decoro frente a su hermano, le lanzaba miradas de indirecta que Priscilla no capto estaba demasiado feliz y demasiado interesada en los ojos de William para perder su tiempo en otras miradas- prometo que no se va arrepentir de haberme invitado ha ha ha...¡oh! ¡oh! Creo que mi nana querida me esta dando señales desde la ventana o solo esta mirando
-Priscilla controlate- le dice bajito mientras le agarra el brazo para que dejase de hacer sus brinquitos, William frunce poco su frente no le agrado nada que Elroy estuviese corrigiendo a Priscilla como si hiciese todo mal cuando la verdad su comportamiento era tan genuino y fascinante a sus ojos- no se ve bien que una señorita brinque tanto te hace sudar y no es agradable que una dama sude...
-¡Oh la nana dice que dentro de poco ser servirá la comida! Debemos cambiarnos Elroy...tenemos visita- y mira feliz a William
-¿Escuchaste lo que acabo de decirte?
-¡Ups disculpa! Puedes repetirlo estaba concentrada en el mensaje que me enviaba mi nana desde la ventana-
-¡Nada! Mejor vamos a nuestras habitaciones, con permiso William-
-Adelante señoritas-

Las dos caminan en dirección a la mansión Priscilla esta tan feliz que no puede disimular su alegría, voltea para ver una vez más a William que yace parado mirando como se retiran, ella le vuelve a regalar su ensoñada y radiante mirada con una inmensa sonrisa que él corresponde, Elroy sintiendo se sola en su caminata ve que Priscilla se quedo atrás donde todavía esta su hermano, molesta regresa y la jala para llevársela, su risa aun resuena a pesar de que la jalaba casi a rastras, William sonreía divertido por la escena, <<¡De verdad que no disimula nada!>> se expresó contento, en poco tiempo se dio cuenta que ella gustaba de él o le entusiasmaba, un excelente punto a su favor, si las cosas eran así entonces se le haría fácil cortejarla, aquel pensamiento le provoco satisfacción y una dicha escondida en su pecho, no pudo parar de sonreír.

-----------------------------------------------------
Ah este el capitulo que debia publicar el sabado pero aqui esta un lunes, esta semana quizas se ponga complicado publicar ya que es semana santa y aqui se toman la semana entera, quizas conecte mi pc al internet de mi madre pues tiene su pc dañada y la red solita hahahaha

espero que les haya gustado este capi ahora ese par esta interactuando ¿que les esperara ese fin de semana? [/justify]

aqui mi cancion para este capi ;)




http://www.youtube.com/watch?v=GUKRBeG-sGQ&feature=related

no es por nada pero si activa este video tambien el sonidos de los pajaritos suena lindo con la pieza XD
http://www.youtube.com/watch?v=Es0W8gYDC6Y

Priscilla///Capitulo 4

IV


William se quita el abrigo, el chaleco y la corbata de lazo, se desabrocha un poco su camisa luego se tira en el sofá sin ningún estilo, no tenia que pretender ni impresionar a nadie mientras estaba en la intimidad de su habitación, respira hondo, esta terriblemente agotado, mira la hora en su reloj que marcan las 10pm, <<¡Es temprano!>> se expresa, para sus días laborales siempre salia “tarde” cuando ya era el otro el día, vuelve a suspirar para meditar los sucesos y resultados del día que aun no acababa, una decisión en especifico se había arraigado en su mente, la orden de cortejar a la hija del Sr. Andersen si fuese necesario para crear una unión, ya sospechaba que su padre le encomendaría tal cuestión y pensó que lo tomaría bien pero la verdad ha sucedido todo lo contrario, en su cabeza pasaba una y otra vez una boda futura por conveniencia y no le agrado nada, por muy ambicioso que fuese no le provocaba casarse sin amor, quería conseguir las mejores relaciones comerciales sin la necesidad de tener que casarse con la hija de uno de ellos para asegurarse que no ocurriera traición, el matrimonio quería hacerlo cuando tuviese unos 30 a 35 años y con una mujer que se pareciera a su madre, rubia de ojos verdes, delicada, elegante y muy hermosa, aquella chica no era nada idéntica a ella, sin embargo, le causo una gran impresión, le hizo reír cosa que ninguna dama había logrado, poseía inocencia y autenticidad algo importante para él, casi todas las señoritas y señoras que había conocido eran frívolas, muñecas bellas pero vacías y demasiado coquetas, en cambio la chiquilla casadera es una muñeca hermosa, algo coqueta y llena de vida, debido a eso un trago amargo recorrió su garganta, aquella damita merecía casarse con un hombre que la amase de verdad y no por interés.

-¡Oh mi niño, estas aquí!- dice una mujer mayor- hoy viniste temprano-
-¡Hola nana! ¿que haces despierta?
-Estaba haciendo ronda, vi luz en tu habitación y entre a inspeccionar, como últimamente llegas tarde me pareció extraño...
-Bueno soy yo ¿quien mas seria?- le responde con voz cansada y ojos apagados
-No importa, estoy feliz porque esta aquí ¿quieres que traiga algo de comer o?
-Ya cene, gracias
-No mienta, estas perdiendo peso
-¡Es cierto!
-¡Que necio es usted! ¿haber que comió?
-Comida...
-¡Ja! Si me di cuenta, habrá sido una comida invisible
-¡Esta bien! Tome té
-Ve, voy a traerle algo, no puede seguir con el estomago vació- y sale rápido de la habitación sin darle tiempo de impedírselo pero él no se enoja, no puedo hacerlo pues aquella nana era como su madre, al rato llega la nana con una enorme bandeja de plata, William la ve entrar, le regala una sonrisa y se levanta para ayudar, ella se pone necia porque quería hacerlo sola y él era otro testarudo que casi la comida se cae al piso, por suerte no paso

-Siéntese por favor niño Willy
-¡No me llames así! ¡Soy William!...ya no soy un niño
-Para mi aunque usted tenga 80 años sera mi niño Willy
-( ¬¬)' /* ¡Te pido por favor que no me llames así en publico! Que se guarde como un secreto entre tu y yo...
-¡Con mucho gusto! Ahora cómase la crema de verduras no quiero que se le enfrié- William come con tranquilidad su nana no le interrumpe desea que disfrute su plato, mientras su “niño” cena se pone a sacar su bata de baño, su bata de dormir, su pijama, sus productos de higiene personal, prepara su vajilla para que se lave entre otras cosas, él no puede evitar decirle <<¡Ay nana me tienes demasiado mimado, no se que voy hacer cuando no estés a mi lado>> ella solo se reía <<¡Nada! Porque antes que me vaya de este mundo seras mimado por tu esposa>> le responde frescamente y Will al escuchar esas palabras se atraganta

-¿Que pasó?
-Cof Cof...nada...
-¡Tanto miedo le tiene al matrimonio niño Willy! ¡Ay que ver!
-No..Cof...Cof...es...eso
-A mi no me engaña, lo conozco como la palma de mi mano ¡recuerde que le limpie ese trasero cuando era un bebe o cuando se orinaba en la cuna!
- \( `3´)/ ¡No recuerdes esas cosas!
-Bueno ¿por que le aterra casarse?
-No me aterra, simplemente quiero gozar de mi juventud...
-Su padre no creo que piense igual...espera que usted se case bien y pronto, aspira conocer a su nieto varón..
-¡No le basta los nietos de mis hermanas!
-¡claro que no!, lo que sucede es que tu descendencia es más importante...eres el heredero
-Es lo que pensé...
-La otra noche escuche “sin querer” -William la mira burlón- ¡No te rías! ¡Fue sin querer eh!...en fin, el Sr. William esta planeando un matrimonio arreglado para usted...que la dama es hija de un empresario importante
-Si...con la Srta. Priscilla Annette Andersen...
-¡Oh lo sabias! Eso explica su cara...¿Por que no me dijo nada
-No quería hablar de ese tema...

La nana con su pericia logra sacarle toda la información sobre cuando, donde y porque se esta planificando un matrimonio arreglado, William explicando con supuesto desgano sobre la unión que aun no se daba y su extraña preocupación por herir a la dama

-¡Te agrada!
-¿que cosas dices? ¡Para nada!-
-¡Oh si que te agrada!
-¿Por que piensas eso?
-Porque estas preocupado por una joven que apenas conoces, jamás tuviste ese detalle con alguna dama que no fuesen tus hermanas...Algo “diferente” debió hacer la señorita para llamar tu atención- William la mira confundido- ¡No pongas esa expresión niño Willy! Te ha llamado mucho la atención la Srta. Andersen porque entre tus excusas escuche puro alabanzas para ella, que es muy hermosa, elegante, risueña, dice cada cosas que me hizo reír...¡Ninguna dama me ha hecho reír como ella lo hizo!, su torpeza me resulto encantador...y otras cosas más viste en esas pocas hora, me pregunto ¿Cuantos otros encantos le verías si compartieras más ratos con la joven?
-Eh...¿He dicho todo eso?- la nana asienta con mucha confianza- bien quizás es así...por eso me amarga el hecho de darle un futuro organizado sin amor por causa de negocios...es tan joven e ingenua que no merece ese destino
-Cariño, dudo mucho que su madre no la haya preparado para un matrimonio por conveniencia, la mayoría de las hijas de familias ricas tienen consiente eso, un vivo ejemplo “Tus hermanas”
-Aun así...no quiero hacerlo pero debo hacerlo, una orden de mi padre es sagrada más si quiero demostrarle cuan lejos deseo llegar, por eso sin pensar en tonterías- y se levanta con aura segura- ¡ya me decidí! ¡Lo haré!
-¡Si ya lo decidiste!... espero que en el camino de sus metas no se olvide de quien realmente es- dice con voz un poco apagada mientras camina hacia la puerta- ¡Un gran chico con un inmenso corazón!, solo un consejo basta agradarte una persona para abrir las puertas del alma, no se olvide ¡Buenas noches!- Will se desconcierta por el consejo pues acababa de decirle que aceptaría casarse por conveniencia sin importar los sentimientos de la joven y aun le sale con que le agrada, que esa palabra en su vocabulario emocional significaba algo cercano al “gustar” y el gustar es como expresar “me atraes mucho” y eso a su vez querría decir “Te estoy empezando a querer” y sigue la cadena hasta llegar al “Te amo”, arrugo su frente molesto por la conclusión de la dichosa cadena que tuvo que decirse así mismo para cerrar el tema

-¡Ella no me agrada!

--------------------------------------------------------------

Bueno aqui otro capitulo, espero que les guste y comente BASTANTE hahaha para que llegue a otras personas ^^


aqui la musica para este capitulo ;)
http://youtu.be/94HYEe1bOFU



besos y abrazos cualquier cosa me pueden decir aqui o en mensaje privado o a mi correo chayde26@gmail.com