jueves, 26 de mayo de 2011

Priscilla///Capitulo 5

V


Al día siguiente después de la reunión William estaba en el tren camino a New York, en su mente todavía se repetía esas palabras y otras más para convencerse de algo que no sabia que era <<¡Ella no me agrada! ¡No es tan bonita! ¡No es tan encantadora! ¡Es muy niña! ¡Muy delgada! ¡Ella no me agrada!...>> miraba su reloj, el tren le parecía tan lento, tenía muchas ganas de llegar porque no soportaba estar sentando en el mismo lugar mirando la ventana, ya había terminado de revisar los papeles y una carta que su padre le encomendó llevar para el Sr. Andersen, su misión para ese fin de semana era entregarle los papeles y la carta como fuese de paso aprovechar en encantar a la hija e invitarla a pasar unas semanas en la mansión de los Andrews de Chicago. Llegó a la gran ciudad muy de noche, por la hora decidió hospedarse en un lujoso hotel porque es de mala educación visitar a la familia tan tarde, antes de irse envió una carta que escribió en su viaje para su nana.

[justify]“Llegue bien, el viaje fue tranquilo pero largo, me quedare en un hotel esta noche pero mañana me hospedare en la mansión de los Andersen, recuerda que le conté que acepte su invitación cuando volviera a la ciudad, ¡ya cene! No se preocupe por ese asunto. Nos vemos pronto, besos y abrazos

Tu eterno niño Willy

En la mañana como a las 10am las dos damas decidieron quedarse en la mansión, pasear por los jardines y leer un rato uno de los libros que solicitaron prestado de la biblioteca, Elroy opto ese día por William Shakespeare “Romeo & Julieta”, Priscilla sentada en una banca frente al jardín leía en voz alta y muy poetica la pieza de teatro apasionada de la escena en el jardín de Capuleto

Priscilla: (Romeo): “¿Pero qué luz es la que asoma por allí? ¿El sol que sale ya por los balcones de oriente? Sal, hermoso sol, y mata de envidia con tus rayos a la luna, que está pálida y ojeriza porque vence tu hermosura cualquier ninfa de tu coro. Por eso se viste de amarillo color. ¡Qué necio el que
se arree con sus galas marchitas!¡Es mi vida, es mi amor el que aparece! ¿Cómo podría yo decirla que es señora de mi alma? Nada me dijo. Pero ¿qué importa?Sus ojos hablarán, y yo responderé. ¡Pero qué atrevimiento es el mío, si no me dijo nada!...-Suspira profundo-

-Los dos más hermosos luminares del cielo la suplican que les sustituya durante su ausencia. -continuo una voz masculina que le acelero el corazón a Priscilla, de los nervios no podía moverse pero agarro valor para voltear y verificar si esa voz pertenece a ese hombre que últimamente piensa- Si sus ojos resplandecieran como astros en el cielo, bastaría su luz para ahogar los restantes como el brillo del sol mata el de una antorcha. ¡Tal torrente de luz brotaría de sus ojos, que haría despertar a las aves a media noche, y entonar su canción como si hubiese venido la aurora! Ahora pone la mano en la mejilla. ¿Quién pudiera tocarla como el guante que la cubre? -Finalizo con elegancia el primer dialogo de Romeo, Priscilla miraba con los ojos muy abierto y brillosos al hombre que era William C., quien yacía parado a un lado de la banca mirándola con esos impresionantes ojos verdes esmeraldas acompañado de una esplendorosa sonrisa, ella no pudo evitar escapar un leve suspiro por verlo nuevamente, de repente ese día le pareció más iluminado y lleno de vida que los anteriores, y como si algo la controlara le correspondió la sonrisa y sin más dijo el primer dialogo de Julieta de esa escena que la verdad era lo que realmente quería decir para si misma sobre sus aflorantes emociones

-¡Ay de mi!- expresó
-¡Buenos días Señorita!- Saludo cordial William
-¡Buenos días Sr. Andrews! Es un placer tener otra vez su presencia- Elroy como si no hubiese enterado de nada interrumpe aquella futura pareja cuando se abalanza emocionada en los brazos de su hermano quien la acepta con alegría
-¡William! ¡William! ¡Enhorabuena tu regreso! ¿Por que tardaste tanto? Pensé que me habías abandonado-
-¡Lo siento mucho! Apenas fue ayer que pude desocuparme
-¡Oh! ¿Como esta papa?
-Como siempre, duro como una roca- Ambos hermanos se ríen- Te he traído este ramo
-¡Ah hermano, que detalle! No era necesario
-Es para compensar los días de espera, sin embargo, he ansiado que esos días te hayas divertido
-¡Por supuesto! La Srta Andersen ha sido de lo más amable en llevarme a conocer la ciudad e ir a varios eventos sociales,
-¡Lo hice con mucho gusto-
-Muchas gracias, no sabría como pagarle todas esas atenciones para mi hermana
-Con su agradecimiento es suficiente
-¿Y este ramo también es suficiente?- y saca un enorme ramo escondido detrás de la banca,- me gustaría que la aceptase-
-¡Sr. William, es demasiado! -apenas logra decir esas palabras esta tan aturdida por la sorpresa que cuando recibe el ramo casi se le resbala de las manos- ¡Son hermosas! Muchas gracias
-Voy a mandar que las ponga en agua-sugiere Elroy con fingida amabilidad hace unos pocos segundos se percato de que su hermano esta cortejando a Priscilla, el nuevo ramo que le trajo era tan claro “Amapolas”, dos cosas cruzaron en su mente la primera: le gusta la joven y la segunda: esta siguiendo ordenes porque William nunca había sido tan detallista , toma el ramo de Priscilla y se lo lleva- ¡No tardo!

El sonido de los pájaros era lo único que se escuchaba cuando Elroy se fue a llevar los ramos de flores, ambos se sentían nerviosos por aquel momento a solas, en sus mejillas afloraban un fuerte rubor, William que siempre se jactaba de ser seguro y con los pies bien plantados en cualquier situación ahora no podía hallar las palabras adecuadas para cortejar a la jovencita solo podía mirarla, cuan bella se veía ese día, con su rostro casi al natural que pudo notar algunas pecas en su nariz, largas y abundantes pestañas claras se movían se arriba abajo acobijando aquella brillante pupilas azules como el cielo claro, sus labios semi carnosos de color rojo como sus apetitosas mejillas, ni mencionar que sin darse cuenta tuvo las ganas locas de acariciar entre sus dedos esos bucles sedosos que jugaban entre aquel rostro angelical y su larga nuca de tez luminosa, bajando más la vista bailaba su pupila en el sube y baja de las respiraciones del pecho de Priscilla, y se le agrandaron cuando detallo sus dos medianas montañas bien redondas y erguidas a medio salir de su escote con cada respiración, su cara se torno de rojo intenso al percatarse que la señorita estaba vestida algo descotada, ni modos estaba en su casa sin tener las intenciones de salir esa mañana y sin tener la noción de recibir visitas sorpresas de algún caballero, es decir, la agarro de imprevisto sin estar preparada tal vez por eso la observaba avergonzada, no pudo sentirse más descortés con la señorita y menos decente porque aun no podía quitar los ojos de encima de su esbelta figura y semi descubierto pecho llenos de pequeñitas pecas marrones claras <<¡Valgame Dios, ella tiene más pecas que yo!>> trato de pensar para evitar otros pensamientos

Por el otro lado, Priscilla no tenia fuerzas para mantener la mirada, nerviosa de pies a cabeza por la presencia de William y fija mirada respiraba fuerte porque parecía quedarse sin aire, se quedo sin palabras y su mente lleno de tantos pensamientos, uno de ellos era que se lamentaba no haberse maquillado apenas se pinto los labios, que su vestido era demasiado informal, demasiado sencillo para servir de ayuda para impresionarlo, de paso demasiado descubierto <<¡Que mala suerte la mía, me puse el vestido que hace notar mas las pecas! >>pensó desconsolada

-Disculpe señorita por tener la imprudencia de visitar a la familia tan sorpresivamente,- dijo al fin después de dominar un poco sus emociones-
-Usted no ha cometido imprudencia alguna para disculparse, -responde con voz suave sin mirarlo- puedo asegurarle que su visita es de total agrado para nosotros-
-Gracias, ¿Le gustaron las flores que le envié la semana pasada?- priscilla voltea emocionada por la pregunta
-El ramo de orquídeas fue el detalle más hermoso de todos lo que me enviaron ese día...
-¿Recibió otras flores ese mismo día?
-Si y no solo para mi también para la Srta. Elroy- William arquea un poco sus cejas, que no le agrado nada que ambas recibieran un centenar de flores de diversos caballeros, sin embargo, recordó el énfasis que hace poco dijo Priscilla, su ramo fue el más hermoso, lo que indicaba que quedo por delante ese día, ahora no sabe en que posición estaba esa semana porque siendo tan hermosa en esa semana debió recibir otros ramos e incluso invitaciones-
-¡Vaya! Parece que ambas han cautivado los corazones de muchos caballeros
-Si, el picnic le dio mucha suerte a su hermana
-Igual para usted apenas tenia un día de ser presentada a la sociedad y les enviaron ¿cuantos ramos?
-Oh Sr. William, cree que tuve la osadía de contar ¡eran demasiados! -respondió con pretensión y coquetería, tenia muchas ganas de impresionar al caballero de paso hacerle entender que existía una larga cola de pretendiente que si el no se pone las pilas otro ocuparía su lugar- la flores llenaron toda la sala secundaria,
-¡Bien por ustedes! <<¡tengo demasiada competencia, que problema!>>
-También recibimos invitaciones para la semana que aceptamos felices, por supuesto con permiso de mi padre, una fue a la opera con el Sr. Cameron
-¿El Sr. Christian Cameron?
-Supongo, lo conozco por apellido aun no he tenido la oportunidad de preguntar su nombre aunque...
-Si maneja las negociaciones de importación y exportación de algodón entonces se refiere a él- Priscilla se llevo las manos a la cara para tapar su expresión de vergüenza, no tenia idea a que se dedicaba ese caballero, tampoco tuvo el placer de averiguarlo antes y menos ahora se le cruzaba saberlo, William quedo en silencio unos segundos asimilando que Priscilla es aun tan joven para interesarse en saber ciertos detalles importantes de un caballero o quizás le son suficiente descubrir si son ricos o no - ...Bueno también es conocido por apoyar la cultura y la ciencia
-¡Ah, entonces si es el mismo Sr. Cameron porque organizo el evento para una campaña de la salud pública...ahora recuerdo que sostuvo una conversación con un ingles sobre algo referente al algodón según su nueva manufacturera textil en América ha generado grandes ganancias tanto como las que tiene en Londres...no escuche más porque llegaron otros invitados conocidos míos además estaba de sobra en esa conversación- Confiesa divertida- a los caballeros no les agrada que una mujer se entrometan en asuntos de negocios...
-<<Uff casi cometo el error de pensar que es frívola>>No a todos, algunos hombres les agrada que una mujer conozca en parte esos asuntos para tener algo que conversar en privado, de paso que ayuda en el futuro cuando son cónyuges...un esposo deseara escuchar algunos consejos sabios de su buena esposa...
-Interesante comentario Sr. William, creo que pienso a darme cuenta que usted tiene una mente moderna, muy pocos caballeros dirían tal cosa, es gratificante escuchar que una mujer debe ser el apoyo en todos los aspecto de un hombre ¡maravilloso!- dijo con fervor mientras le regalaba una radiante sonrisa
-¿Que es maravilloso?- preguntó Elroy mientras se dirigía a la pareja, miro fijamente el rostro de su hermano que tenia un leve sonrojo en la mejilla-
-La opera que asistimos con el Sr. Cameron el martes pasado
-mmm, si fue maravilloso
-Le relataba a su hermano los regalos e invitaciones que asistimos en la semana,
-hehe si y me ha dado a entender que New York causas buenas impresiones en los caballeros- complementa con alivio, hace poco se sentía alarmado por la sorpresiva presencia de su hermana en mitad de una conversación algo “privada”, una conversación que prefería que se quedase entre los dos porque Elroy era demasiado irritante cuando escuchaba opiniones que no se acoplaran a las costumbres de la sociedad y William solía romper un poco los esquemas sociales con sus pensamientos liberales, lo menos que deseaba era quedar mal frente a la señorita en una discusión de contrariedad con su hermana y fue un alivio total cuando Priscilla esquivo la verdadera respuesta con tranquilidad, es como si hubiese leído su mente o simplemente no quiso incluir a su hermana en esa conversación- si las cosas son así puedo sugerirle a nuestro padre que visites más seguido la ciudad
-¡No es necesario! Este donde este siempre capto la atención de un caballero...
-¡oh! Bueno con todo lo relatado New York parece ser una ciudad interesante quizás pueda conocerla un poco durante mi estadía-
-¿Se va a quedar varios días Sr. William?- pregunto curiosa la chiquilla que se había levantado de la banca enérgica al oír sobre su estadía-
-Solo este fin de semana, debo estar en Chicago antes del martes, por supuesto mi hermana también se ira conmigo
-¡Es grandioso! Si gusta puedo ser su guía para que conozca la ciudad
-¡Priscilla! No es correcto que una dama se ofrezca anticipadamente, le dice con severidad Elroy- debes esperar que el caballero invite primero.
-¡Lo siento! Me deje llevar por el entusiasmo...no piense que soy una descarada Sr William...
-Tranquila, pensaba mejor dicho estaba a punto de solicitarte que me acompañaras junto con mi hermana a conocer New York, para mi seria gratificante gozar de su compañía este fin de semana deseando reparar mi ausencia en el picnic ¿gustas?
-¡Por supuesto!- respondió con un intenso fervor que daba entender con claridad su entusiasmo por él , William se divertía al ver sus saltos de alegría, realmente era encantadora con esa iluminada cara, definitivamente cualquier hombre sea la edad que tenga se derretiría con su desparpajo angelical, Elroy se comenzaba a irritar porsu falta de decoro frente a su hermano, le lanzaba miradas de indirecta que Priscilla no capto estaba demasiado feliz y demasiado interesada en los ojos de William para perder su tiempo en otras miradas- prometo que no se va arrepentir de haberme invitado ha ha ha...¡oh! ¡oh! Creo que mi nana querida me esta dando señales desde la ventana o solo esta mirando
-Priscilla controlate- le dice bajito mientras le agarra el brazo para que dejase de hacer sus brinquitos, William frunce poco su frente no le agrado nada que Elroy estuviese corrigiendo a Priscilla como si hiciese todo mal cuando la verdad su comportamiento era tan genuino y fascinante a sus ojos- no se ve bien que una señorita brinque tanto te hace sudar y no es agradable que una dama sude...
-¡Oh la nana dice que dentro de poco ser servirá la comida! Debemos cambiarnos Elroy...tenemos visita- y mira feliz a William
-¿Escuchaste lo que acabo de decirte?
-¡Ups disculpa! Puedes repetirlo estaba concentrada en el mensaje que me enviaba mi nana desde la ventana-
-¡Nada! Mejor vamos a nuestras habitaciones, con permiso William-
-Adelante señoritas-

Las dos caminan en dirección a la mansión Priscilla esta tan feliz que no puede disimular su alegría, voltea para ver una vez más a William que yace parado mirando como se retiran, ella le vuelve a regalar su ensoñada y radiante mirada con una inmensa sonrisa que él corresponde, Elroy sintiendo se sola en su caminata ve que Priscilla se quedo atrás donde todavía esta su hermano, molesta regresa y la jala para llevársela, su risa aun resuena a pesar de que la jalaba casi a rastras, William sonreía divertido por la escena, <<¡De verdad que no disimula nada!>> se expresó contento, en poco tiempo se dio cuenta que ella gustaba de él o le entusiasmaba, un excelente punto a su favor, si las cosas eran así entonces se le haría fácil cortejarla, aquel pensamiento le provoco satisfacción y una dicha escondida en su pecho, no pudo parar de sonreír.

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Ah este el capitulo que debia publicar el sabado pero aqui esta un lunes, esta semana quizas se ponga complicado publicar ya que es semana santa y aqui se toman la semana entera, quizas conecte mi pc al internet de mi madre pues tiene su pc dañada y la red solita hahahaha

espero que les haya gustado este capi ahora ese par esta interactuando ¿que les esperara ese fin de semana? [/justify]

aqui mi cancion para este capi ;)




http://www.youtube.com/watch?v=GUKRBeG-sGQ&feature=related

no es por nada pero si activa este video tambien el sonidos de los pajaritos suena lindo con la pieza XD
http://www.youtube.com/watch?v=Es0W8gYDC6Y

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