viernes, 25 de septiembre de 2015

Priscilla Capitulo 12

Glitter Words



La nana querida derrama lagrimas por su niña que se aleja en el tren rumbo a Chicago con su doncella de compañía, tan feliz se veía que tuvo que contener su tristeza hasta que subiera a bordo <<Escríbeme>> le grito cuando el tren se puso en marchar y Priscilla sonriendo de par en par se despedía por la ventana << ¡Lo haré!>> y le regala un beso.


            Priscilla mira al cielo claro desde la ventana del vagón, el azul del cielo se mezcla con los azules de sus pupilas brillantes de felicidad, sumergida en la belleza del nuevo día le pide a la doncella de compañía que detenga su lectura que hace poco empezaba a leerle, solo faltaba horas para estar de nuevo con William << ¿Cuánto habrá cambiado desde la última vez que lo vi?, ¿Tendrá un nuevo estilo de peinado o de vestir? ¿Serán que sus sentimientos seguirán siendo igual que en las cartas o aumentaron un poco más? ¿Cómo me recibirá cuando nos volvamos a ver?>> se preguntaba, una risita traviesa se le escapaba a cada rato cuando fantaseaba el recibimiento de su amado o los encuentros a solas dándose dulces besos, en su equipaje guardo sus mejores vestidos nuevos de moda para cada ocasión, quería impresionar a su posible futuro suegro, también traía regalos envueltos por ella misma con esmero y amor.


            Por el otro lado, William tamboreaba nervioso sus dedos en el escritorio de su oficina mientras leía un documento entregado por su amigo que estaba al otro lado esperando respuesta impaciente.


-¿Cuántas veces vas a leer eso?- Pregunta Dorian irritado por el tamborileo incesante de los dedos de William
-Ya termino
-Seria justicia… ¿Qué rayos te pasa? Últimamente andas distraído
-No es nada... ¡Listo!
-¡Aleluya! ¿Entonces estás de acuerdo o no?
-mmm no del todo… me gustaría reunirme con ellos cuanto antes, necesito saber el día disponible… ¡Christian revisa mi agenda y verifica si mañana hay un espacio, por favor!
-Enseguida- responde su secretario mientras hojea rápidamente la agenda - Señor mañana solo tiene libre a las 8:15 a 8:45 de la noche
-Es poco tiempo busca otro
-Señor ese es el único espacio para el día martes
-Bueno William explica exactamente lo que no aceptas y las posibilidades ¡soy casi tu mano derecha! Además recuerdo que esta semana viene cierta dama y a lo mejor querrás tiempo para darte unas escapaditas fuera de la oficina –William lo mira serio con su típica ceja arqueada cuando aciertan sus pensamientos- Creíste que me olvidaría ¡jamás! Perderme los días en que mi amigo camina ciego de amor detrás de una dama hermosa…
-¡Ya deja de bromear! Estamos trabajando…
-¡Relájate un poco hombre!, deja de mover esos dedos y pies impacientes que ya va a llegar, te conozco muy bien para darme cuenta que en estos momentos te importa un bledo ese papel, déjamelo a mí.
-¡Te odio!
-¡Me amas amigo me amas! Lastima naci hombre sino hahaha
-¡Está bien!, te pondrás de acuerdo con ese par según lo que te explique, Christian anota todo lo que diga no vaya estafarme este niño
-¡Caramba ya empezó la desconfianza!
-Eso se llama precaución- William le explica los detalles que no le pareció y los que deseaba, las posibilidades entre otras cosas, Dorian muy listo entendió toda las instrucción, no tardaron en quedar por finalizada el tema- Cualquier cosa me avisas de inmediato
-¡Si mi capitán! Hahaha después de almorzar me reuniré con ellos...Entonces amigo mío ¿Me vas a presentar a tu futura esposa?
-¡Tal vez!...Christian ¿Anotaste todo?- El secretario asiente - Muy bien, eso es todo por ahora puedes retirarte- El joven cierra su libreta e inmediatamente sale de la oficina para dejar a los dos caballeros hablar con confianza -
-¡Eres un egoísta! Pretendes no presentar a tu amigo del alma la joven que ha hechizado tu corazón, ¡Como me haces eso!
-¡Calma solo estaba bromeando! Por supuesto que voy a presentarte a Priscilla pero te advierto una cosa ¡Respeto! Ella no es una “amiguita”
-Sí, la Srta. Priscilla es “especial” o sea “la novia oficial”, lo entiendo sabes que si, sabes que tenemos el código de respetar y honrar a nuestras futuras esposas, la tratare como una reina y les daré el espacio para que estén a solas
-Gracias
-¡Me cuesta creer que estés enamorado y muy pronto en casarte!
-Shhh, lo del matrimonio es un secreto para ella, es un hecho confirmado porque antes de regresar a Chicago acepte el arreglo matrimonial con sus padres solo será oficial cuando mi padre la conozca y este de acuerdo en aceptar el compromiso...
-¿Y ella?
-Estoy seguro que me dirá un si cuando se lo proponga,... lo puede sentir
-¿Como es ella? ¿Que fue la droga que te dio para volverte loco? -Le pregunto incrédulo al ver los ojos brillantes y seguros de su amigo-
-Es perfecta hermosa de pie a cabeza, apasionada, sincera, congeniamos en pensamientos, opiniones, deseos, sueños, me hace reír con sus gestos, niñerías y torpeza, su sencillez, su cultura, su coquetería y más, simplemente es maravillosa
-¡De verdad que muero por conocerla!
-Te va encantar


            Los amigos siguieron hablando largo rato hasta que el secretario paso el comunicado del inicio de la junta con los socios y su padre en la sala principal, se levantaron de sus respectivas sillas y acudieron a la cita con tranquilidad..


            Transcurrieron las horas exactas del viaje del tren de New York a Chicago, Priscilla baja emocionada por pisar por primera vez la ciudad de su amado, busca y busca su presencia entre la gente aglomerada que también buscaban reunirse con los recién llegados conocidos suyos, la doncella de compañía la protege de cualquier pisotón, golpe o intento de robo trata de alejarla de tumulto de personas para que reciba aire, la joven se angustiaba más cuando el sitio se despejaba y aun no veía rastros de William, de repente un hombre desconocido con uniforme negro camina en su dirección sin titubear, las dos mujeres se ponen tensas ante la presencia del sujeto que las observa con detenimiento


-¿Es usted la Srta. Andersen?- Ella lo mira con desconfianza y silenciosa-
-Primeramente ¿Quién es usted? -Pregunta la doncella -
-¡Discúlpeme! Soy el Sr. Christian London, asistente del Sr. William C. Ardley, vine por orden del señor a llevar a la Mansión a la Srta. Andersen y compañía ¿Es usted la Srta. Andersen?
-Sí, lo soy ¿Porque el Sr. William no vino personalmente?
-Asunto laborales de último momento
-¿Va a tardar mucho esos asuntos?
-Posiblemente, por eso estoy aquí, por favor señorita acompáñeme –Ella acepta decepcionada, ambas mujeres suben al carruaje lujoso que lleva la insignia de los Ardley en las puertas, los caballos negros de pura sangre gallardos jalaban el coche por la ciudad - Los señores Ardley lamentan no poder recibirla en la mansión como se tenía planeado pero tendrán el honor de asistir a la hora de la cena mientras tanto la Srta. Ardley la atenderá y acompañara lo mejor posible.

-Muchas gracias- responde Priscilla con su voz bajita una voz que hace cuando está nerviosa o decepcionada, mira por la ventana para evitar seguir hablando con el asistente, la doncella de compañía callada con el rubor en su mejilla por el joven serio de cabello castaño, se entristecía por su suerte, deseaba ser como la niña Priscilla poseedora de gran belleza y de buena cuna con el poder de elegir el pretendiente que quisiera al contrario de ella una simple sirvienta condenada a servir a las familias acaudaladas por el resto de su vida. Christian miraba embelesado a Priscilla envidiando la suerte de su jefe en hallar semejante dama distinguida y terriblemente bella, una mujer que está lejos de tener mientras fuera un asistente ojala pronto consiga cumplir sus metas. Priss se dedicaba a mirar por la ventana la ciudad, la gente, las edificaciones que sin lugar a duda muchas tenían en sus paredes o nombre la insignia de los Ardley, era una manera de poner su sello de pertenencia y poderío en esas estructuras. No tardaron en llegar a los terrenos de la primera parte de la mansión, una larga pared que ocultaba un extenso jardín. Las rejas se abrieron para dejar entrar el carruaje y ambas se quedaron impresionadas al ver la entrada, esculturas, frondosos árboles con sus hojas frescas verdes, flores de diferentes especies, realmente esa entrada era majestuosa.


            Elroy salió enseguida al ver el carruaje llegar, se quedo afuera para recibir a la visita tan esperada por su hermano, Christian baja primero saluda a la anfitriona, brinda su mano con suavidad para ayudar a bajar a Priscilla detrás le sigue su doncella de compañía, le arregla el vestido, Priss con alborozo acude a saludar a su amiga sin tener cuidado de ser maleducada o imprudente.


-¡Srta. Elroy! ¡Enhorabuena!
-¡Bienvenida Srta. Priscilla!
-¡Que felicidad ver una cara amiga! ¿Cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que hablamos personalmente?
-¡Un mes! Pero que radiante luces
-Gracias, es por el aire de Chicago
-Me di cuenta
-¡Oh disculpa! Ella es mi doncella personal, sabes que una señorita no debe viajar sola
-Bienvenida Joven, Sr Christian muchas gracias por traer a la Srta. Andersen y compañía
-Es un placer, Sea bienvenida una vez más señorita a esta hermosa ciudad, y cualquier cosa que necesite lo hare con mucho gusto,
-Es usted muy amable, gracias por todo…Por favor, si no es molestia podría enviarles mis saludos a los señores Ardley, y decirle especialmente al Sr. William C. Ardley que el viaje fue tranquilo y…
-Querida puedes decirle lo que desees dentro de poco, no debe tardar en llegar
-¡Oh bueno! Solo dígale eso si lo ve.
-¡Esta bien! Me retiro Srta. Ardley, Srta. Andersen, joven, con su permiso- El joven sube al carruaje para marcharse directo a la empresa a reunirse con su jefe, mirando por última vez a la figura de la joven visita que resplandece en esa puerta como un sol. Priscilla se maravilla con la decoración del recibidor de la entrada principal con alfombra extranjeras en rojo, lámparas de cristales bañado en dorado, cuadro de artistas reconocidos-
-¡Que hermoso! Es un deleite la decoración mil felicitaciones al decorador y el diseñador
-Mi madre que en paz descanse se encargo de la decoración
-¡Tenía un excelente gusto!
-Así como usted ¡Que hermoso vestido!
-¡Oh gracias, es uno de los regalos de Madame Antonette por mi cumpleaños, me dijo que los 15 años es la edad más importante en la vida de una mujer y se debe lucir maravillosa todo el tiempo
-¡Es cierto!-[b] la nana entra al recibidor para conocer a la famosa dama que tiene enamorado a su niño willy, silenciosa como siempre ninguna de las dos se percata de su presencia solo la doncella de compañía que la saluda con una leve inclinación, con ojos de sheriff observa detenidamente el vestido a la moda hecho para una princesa blanco con violeta, su figura, sus movimientos delicados de las manos, gestos, forma de hablar, a primera vista le puso puntos altos solo faltaba como se portaría frente a ella durante su larga estadía. - …un vestido de seda con colores verdes difuminados ¡divino!
-Cof Cof… ¡Buenas tardes!
-¡Ay nana ¿Desde cuándo está aquí?

-Hace unos minutos mi niña, entonces usted es la joven que todos hemos estado esperado- Elroy nerviosa por la inesperada presencia de la nana le presenta a Priscilla sin mucho preámbulo explicando brevemente su posición en la mansión “la casi madre de los tres hijos del Sr. Ardley”, los azulejas pupilas de Priscilla le brillan al tener en frente a la mujer que cuida a su amor desde la muerte de la esposa del patriarca, le regala una sincera encantadora sonrisa y con suave voz se dirige <<¡Es un honor conocerla al fin! El Sr. William C. me ha hablado muchos de usted>> la nana se ruborizó descubrir que su ya no tan chiquillo le hablaba sobre ella a la joven << ¿Qué tanto se han compenetrado ese par con tan poco tiempo?>> Se pregunto, Elroy le señalo la presencia de la otra joven de la que debía encargarse, con rapidez se dispone a ubicar a la muchacha y ordenar a los sirvientes subir los equipajes de la invitada a la habitación asignada por el patriarca <<¡Sra. Denise de eso me iba encargar en minutos>> protesta Elroy quien estaba encargada de la estadía de Priscilla <<Usted esta entretenida y muy feliz con la señorita, déjemelo por ahora>> y se retira. La dos continúan con su conversación hasta subir a la recamara asignada, aquella habitación era grande, espaciosa y lujosa, compartía varios sectores, la zona del closet, la zona del tocador, la zona de la cama, y un saloncito privado, ese cuarto era prácticamente el tamaño de una casa clase media, Priscilla no se explicaba porque le asignaron tal habitación digna de un familiar directo del Patriarca, le agradeció de corazón el esmero del recibimiento.


            El patriarca llegó solo con su mano derecha el Sr. Armand a tiempo para la cena para tristeza de la joven invitada que se vistió con un deslumbrante vestido azul intenso de corpiño cerrado, mangas en capas cortas igual que su falda, en su cintura un cinturón blanco, se veía como una muñeca viviente, nerviosa ante la presencia del padre de William, trata de esforzarse en comportarse correctamente como sus madres le enseñaron

-¡Bienvenida Srta. Andersen! Es un gran honor gozar de su presencia durante un largo tiempo espero que lo disfrute bastante
-Gracias
-Me complace verificar que usted es tan bella como me han informado, realmente es más de lo que pensé-
-Solo soy una joven como todas con una simple belleza

-Créame señorita que de simple no tiene nada- ella sonríe avergonzada por ser adulada constantemente, el patriarca le presenta a su mano derecha y le explica mientras se dirigen al comedor sobre la ausencia del hijo <<William se encuentra en la mitad de un acuerdo de última hora quizás se tarde más de lo programado>> Priscilla se quedo callada tratando de esconder la decepción reflejada en sus ojos, tanto soñar en un delicioso reencuentro se hacía trizas en cada hora por culpa del trabajo ¿Sería así todo el tiempo de su estadía? Suspiro hondo para quitarse las ideas, en esos precisos momentos su deber era encantar al anfitrión que la observa con detenimiento cuando se distraía a conversar con los demás presentes.


            El padre de William quedo intensamente maravillado por la joven y para seguir compartiendo un rato agradable decidió quedarse por entero escoltando, conversando y conociendo aquel delicado ser que deslumbra el alma de su hijo, su mano derecha se tuvo que quedar para hacerle compañía a Elroy porque su amigo solo tenía ojos para la invitada.


-Mi padre parece haber quedado fascinado con ella ¿No cree?
-Pienso que su padre solo quiere familiarizarse con la futura esposa de su hijo
-¿Has dicho futura esposa?
-¿Acaso no lo sabía? Su hermano acepto el arreglo matrimonial con el Sr. Andersen...la invitación es para oficializar la relación
-¿Cómo es posible? No tienen casi nada de conocerse
-Srta. Elroy con todo respeto su hermano lleva un mes entero cortejando por carta a la joven,
-Pero no sabía nada
-No es un secreto la correspondencia...creo que la joven espera con prontitud la solicitud de su mano.
-¡Es intolerable!
-¿Por qué dice eso?-
-No es nada, con permiso me siento un poco cansada- se levanta irritada, se despide de su padre y Priscilla, sube a su habitación para correr a tirarse a llorar en su cama por la desdicha de su destino, por la felicidad de su hermano, por la invitada intrusa- ¡Es injusto! Debí ser la primera en casarse...la primera


            Elroy lloró y lloró sin parar hasta quedarse dormida a eso de la medianoche horas en la que Priscilla ahogada en su mar de decepción se fue a tomar aire fresco desde su amplio balcón para aplastar la pena de ese día, el viento alborotaba sus rulos sueltos, arropada hasta los pies con su bata gruesa se abraza para darse calor, la vista del balcón quedaba hacia el frente de toda la entrada principal y la fuente central, suspirando hondo unas lagrimas caen sobre su mejillas pálidas <<Todo un día en Chicago, en tu hogar, compartiendo con parte de la familia Ardley pero nada de ti…de mi William…tengo tantas ganas de verte>> decía entre su tristeza liberando las palabras que llevaba atragantado desde la cena, la noche estaba estrellada con la luna más grande pero ella no miraba su belleza solo una persona se percato de la hermosura del cielo nocturno y de la hermosura del ángel asomado en el balcón con pasos suaves se acerca a la dama con su corazón regocijado de felicidad por volverla a ver, Priscilla no se daba cuenta de la otra presencia a pocos metros


- William… ¿Dónde estás, William?

- Muy cerca de ti- El corazón casi se le detiene al escuchar esa voz amada tan cerca casi como una caricia en su piel, lentamente mira con miedo en dirección proveniente de la voz turbándose en segundo al ver la estampa de William con su amplia sonrisa risueña y con la mirada llena de ternura dándole la bienvenida- ¡Hola mi bello ángel de la noche es más que un honor tener su radiante presencia en mi “humilde” morada! – A ella la noche se le llena de color, paralizada de dicha apenas logra articular su nombre cuando William despacio la lleva hacia él para abrazarla finalmente- ¿Por qué llora mi amor en una noche tan esplendorosa?

-Antes fue de tristeza ahora es de felicidad ¡Oh William ¿de verdad eres tú?! No es un sueño
-No amor, no estás soñando, soy yo en carne y hueso.

-Bésame para convencerme- le suplica con intensas ganas guardadas de volverlo a sentir suyos en sus labios, él no se resiste en consentir sus deseos porque también quiere explotar sus deseos retenidos. Suavemente se besan un largo y tendido subiendo el ritmo en cierto tiempo, ella sumergida en la entrega acariciaba el pecho, brazos y espalda masculina que la enloquecía aun más, le era inexplicable porque esas emociones apasionada se despertaba cuando lo tenía cerca provocando una loca adicción incurable- William de verdad eres tú! Tanto tiempo esperando este momento de volver a verte

-Siento haber tardado, te juro que ansiaba salir corriendo de la sala de reuniones, abandonar todo solo para estar contigo- se abraza más a él gozosa por sus palabras- cuando llegue tenía pocas esperanza de hallarte despierta…fue una suerte que decidiera pasear por el balcón

-¿A qué horas llegaste?
-Hace media hora…
-Debes estar cansado
-Un poco pero me siento relajado entre tus brazos
-Entonces abrázame más para que te sientas como un rey en su cama
-Ah fuera estupendo si el abrazo fuese en mi habitación y en mi cama
-¡William, no tienes vergüenza! Aunque no suena mal-
-¿Quién es la traviesa ahora?- ambos se ríen traviesos de sus pensamientos- tal vez un día realicemos ese sueño…amanecer juntos y abrazados en nuestra habitación
-Pero podemos hacerlo esta noche atrás hay un sofá lo suficientemente grande para que calcemos los dos bien abrazados, bien abrigados con nuestras sabanas…bueno al menos se acercaría a nuestro sueño
-¡Me gusta la idea!- le responde con fogoso entusiasmo-
-Buscaremos unas cobijas y nos vamos a “dormir” ¡Esta bien! ¿No haremos nada malo, verdad?

-En el amor nada es malo… ¡Tranquila! No pongas esa cara, soy un caballero no hare nada que no quieras…-Ellos se van a buscar las cobijas en la habitación de Priscilla al rato se convirtió una fiesta de pelea de sabanas dejando desordenado el closet y el suelo, William alborotado por el inocente jugueteo se la lleva cargando hasta el sofá donde la recuesta con suavidad, la cubre con la cobija y se mete dentro de aquel pequeño nido de amor, Priscilla riéndose sin parar por los nervios calmándose poco a poco ante la mirada intensa de William que sin pronunciar palabras le provocaba cumplir los deseos que él quisiese hacer, cierra los ojos y se pierde en sus emociones.




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Capitulo largo para que no se quejen hahaha por la demora ;) espero que les guste

Al fin encontré la canción de amor para la pareja protagonista (Priscilla y William) o canción de Priscilla, es que la escuche y me pareció estupenda para ellos o ella

la canción se llama Kiss in the rain interpretada o mejor tocada y escrita por Yiruma

hay dos versiones piano y la de violín que la toca una fans ¡preciosa versión!

Versión original


Versión violín



¿que opinan de la canción para este personaje o pareja?

Besos y nos vemos en el otro capitulo

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